La Masonería, también llamada Francmasonería, es una asociación voluntaria de hombres cuyo origen se pierde en la antigüedad y que actualmente agrupa a más de once millones de miembros en todo el mundo. Es un sistema de conducta moral donde se aprende a dominar los vicios, las pasiones, las ambiciones, el odio, y los deseos de venganza que oprimen al hombre. La Masonería es una sociedad fraternal, que admite a todo hombre libre y de buena reputación, sin distinción de raza, religión, ideario político o posición social, exigiendo únicamente que posea un espíritu filantrópico y el firme propósito de tratar siempre de ir en busca de la perfección.
Está basada en la creencia de un Ser Superior o Dios, al que se denomina "Gran Arquitecto del Universo", como principio y causa de todas las cosas. Es (o parece) rígida en sus principios, pero es tolerante con las personas y enseña a respetar las opiniones de los demás, aunque difieran de las propias, incitando a todos a la práctica sincera de la Tolerancia.
La Masonería es una organización sin ánimo de lucro. Objetivos de la Masonería El objetivo de la masonería es ayudar al hombre a reforzar su carácter, mejorar su visión moral y espiritual y ensanchar su horizonte mental. Simbólicamente, el masón se ve a sí mismo como una piedra bruta que tiene que trabajar con las herramientas alegóricas adecuadas para convertirla en un cubo perfecto y así poder encajar en la estructura del Templo del Gran Arquitecto del Universo.
Rito de Emulación
En 1717 se federaron cuatro Logias de Londres y Westmister para formar la Gran Logia de Inglaterra, dando origen a la época moderna de la masonería. Estas Logias trabajaban mediante la utilización de Ritos de transmisión exclusivamente oral, utilizados por los masones constructores de catedrales ya en los inicios de la Edad Media, siendo poquísimos los documentos que se conservan al respeto debido a la tradición del secreto masónico. No es hasta 1823 cuando se crea en Inglaterra la Logia "Emulation Lodge of Improvement" con el fin de unificar y depurar los matices propios de este Ritual, la cual por primera vez imprime el "Ritual de Emulación" basado en las antiquísimas tradiciones de los masones de todos los tiempos siendo dicho texto aún hoy vigente, y no habiéndose modificado nunca, ni siquiera una coma.
El hermano iniciado en el Rito de Emulación se caracteriza por un especial apego al conocimiento y dominio del propio Ritual, dado que es éste el que dibuja el marco y contenido de las Tenidas. Se puede definir este Rito como intimista ya que es a través de la Práctica y el estudio del Ritual que el Iniciado incorpora y reflexiona sobre los muchos mensajes contenidos en los textos de Apertura y Cierre de los "Trabajos" de la Logia, así como en los textos correspondientes a las ceremonias de iniciación, pase el segundo grado de Compañero y elevación al tercer grado de Maestro. El Rito de Emulación traza un camino a practicar, en un principio y aparentemente, sin la ayuda exterior del análisis y explicaciones provenientes de los demás hermanos. Hay que vivir el Ritual y las Tenidas. El trabajo masónico se representa como un psicodrama que deja una profunda huella en la mente y corazón del hermano, siempre que esté receptivo. A veces puede resultar desconcertante o difícil este camino para el hermano que espera obtener explicaciones de los más antiguos, al considerarlos más experimentados. Se le puede ayudar a identificar una parte de los "Land Marks" ( Antiguos deberes, Usos y Costumbres) que deberá mantener, pero el camino es individual y personal, lo cual exige un esfuerzo introspectivo y de autocrítica intimista a los masones que practican el Rito de Emulación.
El trabajo del Venerable Maestro de la Logia (el que gobierna la Logia) y el de sus dos Vigilantes (ayudantes) tiene una primera prioridad en las Tenidas que se celebran en este Rito y que es la de saber escenificar y transmitir la esencia del Ritual y su simbolismo a los demás Hermanos.
Esto exige tres esfuerzos básicos: Entender la mecánica de los movimientos durante las Tenidas y poder guiar a los demás Hermanos menos experimentados.
Entender y conocer suficientemente el significado de las diferentes frases, preguntas y respuestas del Ritual, para poder pronunciarlas libremente, con el tono y acento adecuados (preferiblemente de memoria) y poder escenificar los trabajos de modo fluido y natural.
Vivir e interiorizar las Ceremonias.
De esta manera los demás hermanos también se sentirán inmersos en el Ritual y en cada reunión encontrarán frases y símbolos que les harán reflexionar, entender y profundizar en el mensaje del mismo. Solamente de esta manera se puede avanzar firmemente en nuestro Arte Masónico a través del Rito de Emulación, en sus grados de Aprendiz, Compañero y Maestro.
Sin embargo, a diferencia de otros Ritos, no todo el trabajo masónico se realiza exclusivamente durante la Tenida Abierta o reunión. En el Rito de Emulación cobra una excepcional importancia el ágape fraternal que sigue a la Tenida Abierta y que, de hecho, no concluye hasta que se celebra el último Brindis o "Brindis del Cubridor". El ágape, forma parte de la Tenida y por lo tanto tiene sus propias reglas. Su marco exterior son los brindis y el orden establecido del uso de la palabra de cada hermano. El marco interior lo conforman las palabras que aquel pronuncia, bajo la dirección del Director de Ceremonias y de acuerdo con el Venerable Maestro. Durante el ágape, todo miembro de la Logia puede y debe aportar opiniones y reflexiones susceptibles de enriquecer a los demás. No hay indicaciones previas sobre los temas de los "Trabajos" en el ágape, pero pueden significar, bien llevados, una gran ayuda para orientar a los Hermanos en el camino de ser un buen masón.Rito Escocés Rectificado
El Régimen* Escocés Rectificado es un sistema masónico y caballeresco que fue creado en Francia durante el último cuarto del siglo XVIII. Conserva íntegramente en sus rituales toda su pureza de acuerdo al texto de su Constitución original (Código Masónico de las Logias Reunidas Rectificadas y el Código General de los Reglamentos de la Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, CBCS, de 1778).
El Régimen Escocés Rectificado está estructurado en dos niveles o clases: la Masonería simbólica y la Orden Interior, clases que a su vez se subdividen en los grados de Aprendiz, Compañero, Maestro y Maestro Escocés de San Andrés para la Masonería Simbólica, y las dos etapas de Escudero Novicio y Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa (CBCS) que componen la Orden Interior. En la época actual, y con el fin de adecuar nuestra particular estructura de cuatro grados simbólicos a lo estipulado por las grandes obediencias regulares internacionales, que sólo reconocen como simbólicos los tres grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, se resolvió en Francia con fecha 7 de julio de 1958 que en lo sucesivo esos tres primeros grados fueran administrados por la obediencia masónica que en cada país ostente la regularidad internacionalmente reconocida.
En España, esa obediencia es la Gran Logia de España, quien administra y garantiza la pureza en la práctica de nuestros rituales, desde su misma fundación en 1982, quedando el resto de nuestra estructura bajo la jurisdicción administrativa del Gran Priorato de España. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Las raíces del R.·.E.·.A.·.A.·. (Forma abreviada de escribir Rito Escocés Antiguo y Aceptado), entroncan directamente con la Gran Logia Real de Kilwinning, la Orden de San Andrés del Cardo, la de los Maestros Escoceses de San Andrés, el Rito de Perfección o de Heredom y las Logias de la Masonería Jacobita o Masonería Estuardista, aparecen de una forma definida en 1756, pero el Rito, tal y como lo conocemos y practicamos hoy, no se estructura hasta el 31 de mayo de 1801, al constituirse en Charleston, Carolina del Sur, el Primer Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del XXXIII y Último Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. De este primer Supremo Consejo nacen todos los demás legítimos Supremos Consejo.
El Supremo Consejo del Grado 33° para la República del Perú fue fundado del 2 de Noviembre del año 1830, en este Or.·., así como en una gran parte de países de todo el mundo, el R.·.E.·.A.·.A.·. ha causado siempre gran entusiasmo y admiración por ser este un Rito donde se combinan los elementos simbólicos más tradicionales con una dinámica de funcionamiento ciertamente expresiva que permite desarrollar junto a un profundo sentido de fraternidad, una agudo sentido del análisis racional que invita a enfocar la vida con criterios donde lo espiritual y lo racional se complementan extraordinariamente.
Se estructura el Rito Escocés Antiguo y Aceptado en 33º grados, de los que los tres primeros, que constituyen la llamada Masonería Simbólica, dependen de las Grandes Logias; haciéndolo los 29 restantes, es decir, del 4º al 33º, ambos inclusive, de los Supremos Consejos, uno por cada país.
Es sentido y misión del R.·.E.·.A.·.A.·. en primer lugar, hacer cada día mejores masones, es decir, aumentar su cualificación intelectual, moral y sobre todo masónica a través de un trabajo riguroso, progresivo, profundo y esencialmente iniciático; y en segundo lugar, que esos hombres más formados y más masones, es decir, más hombres, impongan con la fuerza de sus ideas y el ejemplo de su conducta, los principios del Rito y de la Masonería en la sociedad profana.
Se trata, pues, de un Rito, el más difundido en el mundo, en el que se combinan los elementos simbólicos más tradicionales con una dinámica de funcionamiento ciertamente expresiva, que permite desarrollar junto a un profundo sentido de fraternidad, un agudo sentido del análisis racional que invita a enfocar la vida con criterios donde lo espiritual y lo racional se complementan extraordinariamente.
En los Templos de las Logias que trabajan en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado se representan simbólicamente las Leyes que rigen el universo, y sus trabajos se realizan fundamentalmente en dos líneas que se complementan como los brazos de un mismo cuerpo.
En primer lugar tenemos el Trabajo Ritualístico o Práctica del Ritual que permitirá, en sus grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, a través de una serie de dramatizaciones ritualísticas de antiquísima simbología, tener una mayor consciencia de las Leyes que rigen el universo.
En este sentido el Ritual está estructurado y codificado de tal manera que conforma un hilo conductor, el cual no sólo puede transmitir un claro y sencillo mensaje general, sino que puede activar mecanismos subconscientes e inconscientes que generan un elevado sentido de la trascendencia y de Dios o Gran Arquitecto del Universo.
Así, pues, en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es importante no sólo la Práctica del Ritual sino también a su asimilación espiritual, psicológica y conceptual.
En segundo lugar, dentro de los trabajos de la Logia, se pone igualmente énfasis en los Trabajos masónicos de tipo intelectual. Los Trabajos son presentados por escrito y, una vez leídos en la Tenida, son tratados de forma oral y coloquial por los HH.·. De esta forma se consigue, a través de las diferentes apreciaciones u opiniones aportadas, una percepción profunda del tema tratado, con el consiguiente enriquecimiento y formación masónica que invariablemente dará sus frutos en cualquier ámbito o situación.
Siguiendo con el espíritu eminentemente dinámico de las Logias del Rito Escocés antiguo y aceptado, habitualmente forma parte importante del Trabajo masónico los correspondientes ágapes fraternales o cenas realizada fuera de las Logias, donde se interrelacionan sus miembros y se desarrolla, si cabe en mayor medida, el profundo sentido de la Fraternidad que existe entre todos los Hermanos.
Reflexionar sobre el sentido y misión del Rito Escocés Antiguo y Aceptado es tanto como analizar su ontología y la aplicabilidad y proyección de su esencia en la Sociedad. Es difícil encontrar un Rito en el que se armonice tan equilibradamente el Espiritualismo, el Humanismo y la Libertad, que son las tres columnas que sostienen al Escocismo.
Porque el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es un Rito tradicional e iniciático basado en esos tres elementos y asentado sobre la profunda fraternidad masónica. El Rito permite, y este sería su primer sentido, que una alianza de hombres libres trabaje para el progreso espiritual, moral, intelectual y material de la Humanidad. En consecuencia la vocación espiritual del R.·.E.·.A.·.A.·. lleva a un humanismo filantrópico.
Espiritualismo, Humanismo, Fraternidad, Filantropía, no son para los Masones Escocistas conceptos vacíos de contenido. Nuestra espiritualidad no nos viene dada como si fuese una gracia, el humanismo no consta en nosotros como una virtud innata, la fraternidad no es espontánea.
A esas virtudes masónicas se llega a través del esfuerzo individual y colectivo, utilizando una tradición iniciática y progresiva (el Rito es un método) que posibilita una espiritualidad abierta a la libertad, al humanismo, a la igualdad y a una auténtica fraternidad universal entre los hombres.
Cabe decir que el R.·.E.·.A.·.A.·. es tan tradicional como liberal. Un Rito que rompiera con la tradición iniciática o que no proclamase la libertad, y fuese por tanto dogmático, dejaría en ambos casos de ser masónico.
La misión del R.·.E.·.A.·.A.·. es siempre construir. Construir el edificio supremo de un orden iniciático, construir al hombre y construir su fraternidad, en resumen hacer mejores masones.
El Rito Escocés implica en su ideal una perfecta síntesis entre el humanismo espiritualista de la filosofía tradicional y el humanismo antropológico moderno.
Aunque el mundo profano se esfuerza en enfrentar conceptos como universalidad y diferencia, los Masones Escocistas podemos proclamar que sin respeto a las diferencias el universalismo puede degenerar en totalitarismo, y que, sin exigencia de valores universales (es decir sin un horizonte de universalismo) el derecho a la diferencia podría desembocar en un enfrentamiento bélico.
Por eso conviene mantener pujante siempre la vocación universal de la Masonería.
La filosofía Escocista (que como hemos señalado es perfecta síntesis entre espiritualismo y humanismo) pretende hacer notar su mensaje universalista de libertad y tolerancia frente a todo fanatismo, frente al integrismo religioso y frente al racismo xenófobo.
Porque los principios del R.·.E.·.A.·.A.·. no quedan reducidos a la pura abstracción teórica, sino que tienen a proyectarse en el mundo profano través del trabajo y ejemplo individual que los Masones Escocistas ejercen en el entorno social, laboral, etcétera, al que cada uno de ellos pertenece.
En la esfera intelectual se rinde culto a la inteligencia y a la ciencia, utilizando la razón como vía de acceso a la verdad e introduciendo al hombre en una visión relativista frente a todo fanatismo dogmático.
En cuanto a las creencias, nuestro Rito, que es respetuoso con todas las religiones, defiende la libertad religiosa y de culto y la independencia del poder político respecto al religioso.
Como podemos ver hay un bagaje concreto en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Porque éste es un método, un medio un vehículo para el aprendizaje perfectivo del masón y para la transmisión de contenidos intelectuales.
El R.·.E.·.A.·.A.·. es no solo forma sino también fondo, ambos deben ser justamente equilibrados.
Un Rito que redujese los elementos formales no sería perfecto, pero creer que la forma es todo, es decir, vaciar de contenido material el Rito, reduciéndolo a una ceremonia formal supondría una alteración ontológica del mismo.
La forma no debe nunca sustituir, y menos excluir al fondo, al pensamiento, al contenido profundo y esencial del Rito.
En términos generales, estas son las líneas esenciales que definen de manera particular el Rito Escocés Antiguo y Aceptado dando, por supuesto, un extraordinario énfasis a la aplicación práctica en la vida diaria y cotidiana de los frutos personales obtenidos mediante el "Trabajo" de tan antiguo Rito".
Y que la Masonería siga no siendo nada a los ojos del iluso es la mejor prueba de su valor.
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