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jueves, 23 de febrero de 2012

R:. E:.A:.A:: LAS HERRAMIENTAS DEL APRENDIZ, SUS USOS, SU SIGNIFICADO Y SU SIMBOLISMO

TEMA 12

Dentro de las diferentes actividades masónicas a que nos dedicamos, sabemos que existen muchas exigencias, a las que hay que atender; así como innumerables compromisos que cumplir, pero cuando se trata del trabajo material o mecánico, desarrollado por medio de las facultades físicas y del talento humano, es indudable que para llevarlo a la práctica, se necesita el concurso de una variedad de artefactos y utensilios de trabajo; a los que damos el nombre genérico de herramientas, por lo tanto, vamos a proceder en primer lugar, a determinar cuál es el motivo por el que se le ha dado ese nombre, al conjunto de instrumentos aludido, para luego determinar su descripción, puntualizar sus usos e investigar su significado. En efecto, la palabra herramienta viene del vocablo “Ferramienta”, voz que en términos generales se refiere al conjunto de útiles profesionales, propios para el uso de los artesanos y obreros; es también una colección de instrumentos que se emplean para ejecutar los trabajos de arme y obras materiales en los centros industriales, factorías, fábricas y talleres, para el fin de desarrollar cualquiera actividad física o mecánica, llevada a la práctica por la mano del hombre. Por lo que respecta a la masonería, es indiscutible que para cada grado y en cada cámara, se necesitan las herramientas apropiadas, para lograr la ejecución de las tareas, los estudios, los análisis y toda clase de investigaciones, sean en el sentido material o intelectual, con el fin de llevar a la práctica en forma clara, sencilla y comprensible, todos aquellos trabajos que así lo ameriten; pero debemos también tener presente que dichas herramientas, constituyen y representan una infinidad de emblemas, de alegorías y símbolos tendientes a demostrarnos un número ilimitado de enseñanzas morales y filosóficas, relacionadas con los usos a que están destinadas. Estos son los motivos, por los que en masonería construimos templos materiales a la virtud, fabricamos edificios espirituales a la conciencia humana, y ejecutamos obras científicas para beneficio de nuestros semejantes; puesto que su estructura simbólica, varía de acuerdo con la importancia o trascendencia de los trabajos que se desarrollan en cada una de sus cámaras; por esa razón notamos también que cada grado posee el número apropiado de herramientas especiales, mismas que le sirve al iniciado, para ejecutar y ejercitar todos los conocimientos que ha adquirido, de conformidad con las enseñanzas científicas masónicas; por esa razón hemos visto que los instrumentos de trabajo, propios del masón en su primera cámara son:  el martillo y la regla de veinticuatro pulgadas y además el mandil; pero también hay que agregar, que ahí mismo se encuentran el cincel, la escuadra, el compás, el nivel, la plomada, la cuchara del albañil, las espadas y en general otras muchas prendas, figuras y cuerpos geométricos, cuyos usos, interpretación y significado iremos conociendo a medida que escalemos los peldaños simbólicos de que constan los grados azules; puesto que todo ese conjunto de artefactos, de utensilios, instrumentos, prendas e implementos entre sí; contienen infinidad de conocimientos del orden moral, filosófico y científico que nos compete conocer, por medio del simbolismo material, del científico y del espiritual. Una vez que en términos generales hemos detallado, la aludida interpretación y el significado de las herramientas del aprendiz masón, ahora procederemos a estudiar, lo relativo a las enseñanzas que nos proporcionan cada uno de los instrumentos de trabajo, que se emplean para llevar a la práctica el desarrollo de las actividades en la primera cámara, en donde se nos imparten las sublimes lecciones de moral y de civismo masónicas, mismas que muchas veces tenemos la necesidad de materializar, para poderlas hacer llegar y comprender por el entendimiento y la conciencia de nuestros hermanos aprendices; esos instrumentos están constituidos, como ya dijimos antes, por el martillo y la regla  de veinticuatro pulgadas; además de que para proteger simbólicamente las ropas el iniciado, y mantenerlas siempre limpias y sin mancha; como complemento se le proporciona el mandil de piel de cordero, como una alegoría de la pureza del trabajo y de la laboriosidad demostrada por el neófito; es también la representación de las obras materiales, morales, espirituales y científicas del hombre. Principiaremos pues, por conocer cuál es el origen del nombre que se le da a dichos utensilios, así como lo relativo a su descripción, su significado y su verdadera interpretación en todos los órdenes de la filosofía masónica, y en relación con su simbolismo científico y espiritual. Consecuentemente, la palabra martillo, deriva de la voz latina “Martellus”, y se refiere a un instrumento compuesto por una cabeza de fierro o de madera, que afecta diferentes formas y tamaños, la que se sujeta por medio de un mango que penetra a un agujero central hecho en la referida cabeza; este utensilio tiene muchas aplicaciones puesto que sirve para golpear, clavar, labrar, devastar, forjar, machacar, remachar, etc., por cuyo motivo recibe también muchos nombres, pero de todas maneras el nombre vulgar de martillo se emplea por razones de su uso, aunque en realidad se ejecuten infinidad de trabajos, atendiendo a su forma y tamaño. existen otras tres variedades de martillos que son:  los mecánicos, los de aire y los hidráulicos que se utilizan como maquinaria, para desarrollar trabajos muy intensos y rápidos; también se le da el nombre de martillo, a la pieza que impulsa al percutor de las armas de fuego, para herir a la capsula de los cartuchos; esa misma denominación recibe una formación táctica que ejecutan dos columnas efectuando entre sí, una maniobra en forma de ángulo recto. Entrando en materia, y refiriéndonos al simbolismo masónico del martillo, llegamos al convencimiento de que en este orden, cuenta también con un sinnúmero de materias de estudio relacionadas con la moral, con las ciencias espirituales, con las lecciones genésicas y científicas que por su naturaleza, se imparten en la primera cámara como temas de enseñanzas ritualísticas y dogmáticas; procederemos pues, a definirlas de conformidad con la verdadera estructura, las características y la forma correcta que debe afectar dicho instrumento de trabajo. El martillo que se proporciona al aprendiz masón, para que en lo físico y material ejecute su trabajo de labra, rompiendo las asperezas de la piedra bruta, para darle forma geométrica, ya sabemos que en sentido moral, simboliza a la fuerza de voluntad del hombre, para desarrollar esa lucha tan ardua que se interpone entre el bien y el mal, acto que lleva por objeto despojar al espíritu, de todas aquellas tendencias perniciosas y absurdas, que tanto perjudican al individuo; y para el fin de que logre modelar sus costumbres tendenciosas y sus malos hábitos; consiguiendo por ese medio, dominar sus pasiones perversas, eliminar sus vicios, perfeccionando de esa manera su carácter, como un factor de bienestar a favor de sus semejantes. Pero para llevar a la práctica y propagar todas esas cualidades, que la virtud pone de manifiesto ante nuestros ojos, para que los adoptemos como los más sublimes preceptos de moralidad y de civismo, se hace necesario principiar por hacer una correcta y adecuada descripción de los verdaderos instrumentos de trabajo, que se entregan al neófito, para que de conformidad con la esencia de sus enseñanzas, proceda a despojarse de su envoltura material, y pueda conseguir modelar la espiritual. Aquí cabe hacer notar, que lamentablemente se ha perdido la tradición filosófica que se le atribuye a la verdadera forma del martillo del aprendiz masón; motivo por el cual, casi podemos asegurar que no existe una la logia, en la que aparezca tal y como debe ser su estructura y características; mucho menos que se interpreten correctamente, como bases para los temas de estudio, si tomamos en consideración que es el simbolismo de las más elevadas enseñanzas, que en realidad nos proporciona dicho utensilio; cómo vamos a tener la oportunidad de demostrarlo. Para tal efecto, y confirmando nuestras observaciones anteriores, resulta que existe una infinita variedad en formas y tamaños, en relación con la estructura que se le ha dado al martillo masónico, puesto que hemos visto que consisten en la representación de cuerpos como barrilitos, cilindros, paralelepípedos, prismas, cubos, etc.,  cuyas características antes descriptas más bien obedecen al capricho de quienes los fabrican, que a la verdadera estructura geométrica y simbólica que debe representar; puesto que si nos basamos en la interpretación alegórica de sus enseñanzas, resulta que no se les encuentra ningún significado filosófico ni moral, que se relacione con los estudios ritualìsticos que regularmente se imparten en la primera cámara de las logias. Para tal efecto no debemos olvidar jamás, que en los talleres simbólicos no puede existir instrumento, utensilio, objeto, implemento, alegoría, emblema ni ninguna otra clase de prendas de las que se usan para los trabajos de las logias; que no nos proporcione innumerables lecciones y enseñanzas prácticas, adecuadas a las reglas de la ética social masónica y profana, puesto que todas ellas son dignas de tomarse en consideración, como sistemas fundamentales en que se norma la conducta privada y pública del hombre. Por lo tanto, para comprobar y demostrar tan profundos conocimientos en materia de moral, de filosofía y de simbolismo, vamos a proceder a describir las verdaderas características del martillo masónico, mismo que debe usar el aprendiz durante la ejecución de sus trabajos en la primera cámara; en efecto, este instrumento consta del concurso de tres cuerpos geométricos que son:  el prisma triangular, el cubo y el cilindro; estos elementos superpuestos en la forma que vamos a indicar, constituyen el instrumento que en masonería se usa para golpear en lo material y para modelar en lo espiritual. En consecuencia principiaremos por describir al martillo masónico, de acuerdo con la forma descripta, y llegamos al convencimiento de que, visto de frente, representa a la silueta que constituye al mandil, en la forma que lo usan los aprendices masones; prenda que se le entrega como ya se ha dicho, para que pueda protegerse de las impurezas contenidas en los materiales que recibe, para ser modelados, al llevar a cabo su trabajo físico; y por lo que respecta al moral, le sirve para que ejecute sus actos fuera de toda suspicacia y malicia, obrando de acuerdo con sus más puros sentimientos y en concordancia con su bondad, para no manchar su reputación de hombre de bien; el referido martillo asemeja también la forma de una de las caras de la piedra cúbica de punta, como representativo de la labor material que el aprendiz masón debe desarrollar, de acuerdo con la estética, para darle forma geométrica y perfecta a la piedra bruta; y en el sentido social, le indica que todas sus acciones u obras espirituales, debe llevarlas a la práctica de acuerdo con el ambiente que le rodea, para lograr que se le comprendan sus ideas, sus principios y la labor cívica que por obligación debe propagar en todas partes. Por último, el martillo masónico atendiendo a su estructura arquitectónica, representa al costado de una casa, y por lo mismo en este caso simboliza a otro de los trabajos materiales que lleva a cabo el albañil o masón especulativo, dentro del orden social; pero por lo que respecta a la parte filosófica, se manifiesta como una obra maestra, producto del esfuerzo y de los sacrificios del hombre, para levantar sobre bases firmes y duraderas, la inmortal estructura moral, que mantiene a la humanidad en estrecha unión. Ahora bien, atendiendo a la influencia emblemática que contiene cada uno de los cuerpos de que está constituido el martillo, procederemos a describirlos e interpretarlos; en primer lugar por lo que se refiere a su forma geométrica, para luego conocer su verdadero significado; por lo tanto, tenemos a la parte superior que es el prisma triangular, cuerpo compuesto por tres cuadrados y dos triángulos, y precisamente una de las tres aristas del citado prisma, es la que forma al filo del martillo, parte que en lo material usa el iniciado, para labrar las asperezas de la piedra bruta hasta modelarle la figura geométrica correspondiente, acto que finalmente indica que se refiere a corregir las tendencias torcidas, a eliminar los malos hábitos y a desechar las pasiones vulgares del neófito.la parte media del referido martillo, o el cuerpo que sirve de contrapeso, es lo que forma el cubo, como factor que indudablemente representa a todas las fuerzas y poderes materiales, que le sirven para producir el impulso irresistible que se ejerce sobre todas las cosas, con el fin de afianzar o de eliminar las causas que las originan, evitando de esa manera las consecuencias desastrosas de una mala obra,  dentro de lo creado por la naturaleza; pero en la parte moral, representa a la voluntad humana, que siempre tiende a evitar a todas las acciones malévolas, por lo tanto en relación con la física, puede comparársele como al equilibrio que se interpone, para lograr estabilizar la fuerza y la energía, subyugadas por el talento o la inteligencia del hombre; por ser cualidades unas, y virtudes otras, que debe hacer patente en todos sus actos.la parte inferior del martillo, está constituida por el cilindro, cuerpo de forma redonda por sus costados y circular por sus bases; una de ellas descansa sobre el cubo y la otra le sirve de extremo, mismo que se encuentra limitado por una circunferencia, esta extremidad forma un círculo perfecto, cuya parte del cilindro, es la que se emplea precisamente, para ejecutar la acción de golpear, clavar, quebrar, machacar, etc., pero en el sentido moral y filosófico, nos indica el acto de purificar nuestro espíritu, eliminando todas aquellas debilidades humanas, originadas por las malas tendencias, por la perversión de los instintos y por la costumbre de adquirir los hábitos que nos conducen hasta llegar a las más arraigadas pasiones que provocan los vicios, causas de la corrupción del hombre. En cuanto al mango del martillo, sólo es una palanca que tiene por objeto, impulsar mayor fuerza y energía al poder evolutivo y a la acción benéfica, que en lo material y moral se puede llevar a la práctica, con dicho instrumento de trabajo; es también el símbolo del talento y la inteligencia, cuya misión consiste en hacer siempre el bien y en ejecutar obras fuertes, perfectas y duraderas, buscando siempre un beneficio colectivo. En términos generales, esto es lo que podemos externar, atendiendo al medio en que se imparten las enseñanzas filosóficas en la primera cámara; pero no hay que olvidar tampoco, que el martillo antes descripto, en manos del venerable maestro y de los vigilantes, es lo que constituye al emblema de su autoridad en logia, en cuyo caso, recibe el nombre muy conocido de mallete, esta voz, como ya lo explicamos en otro tema al tratar sobre su simbolismo, es la que confirmamos como originaria de las palabras “marchis” o “marcio”, vocablos que una vez analizados, vemos que derivan de “marcus”, por lo tanto, todas ellas en conjunto significan martillo, versión que indudablemente se apoya en que las anteriores voces, vienen del sánscrito “mac”, palabra que también deriva de “mach”, que en la lengua sánscrita también se interpreta como golpear, clavar, batir, acumular, machacar, etc.; y finalmente al vocablo mallete, tratándose del instrumento material que conocemos como martillo, se le hace venir de la palabra griega “masso”, misma que literalmente indica apretar, exprimir, eliminar, pulir, etc.; lo que quiere dar a entender que ejecuta las mismas funciones que el mallete o martillo masónico, por ese motivo se le ha adoptado como una insignia de la autoridad de las dignidades, para dirigir y regularizar los trabajos de las logias, en el sentido material y moral, puesto que la filosofìa masónica, nos ha impuesto esas enseñanzas a base del simbolismo que se atribuye al referido martillo o mallete, dentro del ritualismo litúrgico, relacionado con las doctrinas que se manifiestan por medio de los dogmas y de la ortodoxia masónica.

miércoles, 22 de febrero de 2012

R:. E:. A:. A:.LOS TRONOS, LUGARES DE LOS DIGNATARIOS EN LOGIA, SU DESCRIPCIÓN E INTERPRETACIÓN

TEMA 11
La palabra trono, viene de la voz latina “trhonus”, y ésta a su vez, se deriva del griego “thronos”, asimismo, es el nombre que se le da al sitial o asiento destinado al uso de los mandatarios, monarcas y demás personalidades de alta representación, dignidad o jerarquía; también es el lugar que ocupan los grandes dignatarios o funcionarios de las logias y demás cuerpos masónicos. El trono, en lo general, puede presentar varias características respecto a su estructura, pero regularmente consta de un dosel montado sobre gradas o gradines, según el uso a que se le destina; sin embargo, procederemos por describir los tronos de los templos masónicos y diremos que; el que corresponde al venerable maestro, se encuentra situado al extremo del templo, sobre la plataforma en oriente, es de forma semicircular, elevado sobre siete gradines y cubierto por un dosel, sobre la parte superior, se distingue un triángulo radiante con un ojo en el centro, y en la porción que corona al trono  se ve la letra “g”, además sobre la cara de la mesa del venerable maestro, aparecen realzados o pintados, un compás abierto a cuarenta y cinco grados, una cuchara de albañil y un martillo. Sobre la mesa de referencia se colocan, en primer término, la carta patente de la logia, si es que está ya legalmente constituida o la de dispensa, en caso de que se encuentren en trámite los documentos respectivos para su funcionamiento, enseguida se pone el mallete, una espada flamígera, recado de escribir, una pequeña columna del orden dórico con la letra “m” al centro, misma que permanecerá abatida, durante los trabajos de la primera cámara, y por último, se coloca un candelabro triangular de nueve luces, de las que únicamente tres, o sean las de los extremos, permanecerán encendidas durante los trabajos de la logia de aprendiz. Por lo que respecta al trono, del primer vigilante, se encuentra ubicado al extremo de la columna del norte junto a occidente, o sea a la izquierda de la puerta de entrada del templo; la mesa es de forma triangular, pero únicamente con dos lados visibles hacia el frente, está elevada sobre cinco gradines, en una de sus caras se distingue, bajo relieve o pintada, la piedra cúbica de punta, y sobre la otra, en la misma disposición se ve un nivel. Sobre la mesa de este dignatario, se coloca una escuadra, un mallete, una espada recta, recado de escribir, una pequeña columna del orden dórico con la letra “j” al centro y como en el caso de la del venerable maestro, permanecerá abatida durante las sesiones del primer grado, finalmente se ve un candelabro triangular de cinco luces, de las cuales sólo las tres de los extremos se encienden durante los trabajos de la cámara de aprendiz; este trono  se encuentra también cubierto por un dosel, y en la misma disposición que el trono del venerable maestro, sobre la parte superior, se observa un triángulo radiante, más pequeño que el anterior, con el ojo en el centro, y en la corona del referido trono, también se distingue la letra “g”. En cuanto al trono del segundo vigilante afecta la misma forma que el del primer vigilante, solamente que se encuentra elevado sobre tres gradines, la mesa con sus dos caras visibles al frente, se encuentra situada al costado derecho del templo, precisamente al centro del la columna del sur, dando frente al norte, sobre la mesa respectiva, se coloca una regla de veinticuatro pulgadas, un mallete, una espada recta, recado de escribir, una pequeña columna igual y del mismo orden que la del primer vigilante con la letra “b” al centro, misma que permanecerá levantada, durante los trabajos de la logia de aprendiz, además se observa, un candelabro triangular de tres luces, las que deberán permanecer encendidas, durante el período de labores de la primera cámara. Sobre una de las caras de la mesa de este dignatario, se realza o se pinta, en idénticas condiciones que en la del primer vigilante, la piedra bruta, y sobre la otra, una plomada o perpendicular del sistema masónico, igualmente este trono aparece cubierto por un dosel en la parte superior, se coloca otro triángulo radiante, más pequeño que el que se ve en el trono anterior, pero semejante a él y sobre la corona, en idénticas condiciones se ve también la letra “g”. En la decoración de los tronos, debe usarse pintura blanca, con ribetes azules y de oro, a la vez que los tapetes que cubren las mesas de los dignatarios, serán de terciopelo o franela roja forrados de tela negra.los tronos que acabamos de describir, así como los asientos o sitiales que ocupan los hermanos en logia, también reciben el nombre de columnas, de cuyo significado e interpretación simbólica nos ocuparemos enseguida. Por lo mismo, las tres primeras columnas que ocupan las dignidades, nos dan la idea o representación, de las enseñanzas esotéricas, contenidas en la sana moral, que les sirve de base fundamental a las prácticas religiosas, y que dan lugar a la veneración que se tributa a las sagradas trinidades o trilogías, como lo son el padre, el hijo y el espíritu santo, siva, Vishnu y Brahma , Wotham, Freya y Thor, Odin, Vile y ve, etc., mismas que en su unidad divina, forma a los dioses, tomando en consideración a las creencias de las diferentes razas que forman la humanidad, por cuyo motivo a dichas divinidades se atribuyen el origen de todos los seres y las cosas, en consecuencia, y tomando en cuenta separadamente sus manifestaciones y aspectos; resulta que también son los hacedores o constructores del mundo externo, en relación con lo natural, lo bello y lo divino, o sea lo que viene a constituir el origen, la vida y la misión  que desempeñan todas las fuentes que producen, que mantienen y conservan latente a todo lo que existe en el universo, sea material, espiritual o abstracto, ya que en las religiones figuran como deidades, todo aquello que produce la luz del entendimiento, porque ilumina la inteligencia y mantiene el progreso latente en la conciencia del género humano. Ahora bien, en el sentido de la filosofía masónica, todas esas teorías se reducen a una sola realidad, y se refiere a que todos los seres vivientes que pueblan la superficie de la tierra, manifiestan, en sus diversos aspectos o apariencias, determinada inclinación, hacia una marcada conciencia, sea espiritual, instintiva o intelectual, si es que tomamos en cuenta, que todo lo que existe, es producto de la divinidad, y como consecuencia natural, resulta sujeto al magno fenómeno de la reproducción, del sacrificio de la vida y de la materia, que irremisiblemente le sirven, como medios de subsistencia, pues de otra manera, nunca nos daríamos cuenta de que solos los seres racionales, tienen la facultad de ser trinos, es decir, por lo que respecta al hombre que nos demuestra evidentemente, que posee esas tres modalidades o facultades innatas de la conciencia humana que son:  voluntad espiritual, acción intuicional y facultad intelectual, como factores que por sí solos, forman la base fundamental y origen del pensamiento del hombre. Por eso sabemos, que dentro de la instrucción masónica, las dignidades de la logia, irremisiblemente representan a esas tres facultades o modalidades, que sólo se aprecian en la conciencia del hombre, ya que en el sánscrito se les designa, con las palabras de “Yschcha”, Jnana y kriya, que se traducen como razón, conclusión y resolución. En vista de lo anteriormente demostrado, dentro de las enseñanzas esotéricas referentes al simbolismo de las tres dignidades, llegamos al convencimiento de que: el venerable maestro, representa a la voluntad divina del creador, que se destina a dirigir la obra constante del perfeccionamiento intelectual, físico y moral del hombre. Que el primer vigilante, representa a la obra divina del creador, en que se dispone a demostrar, real y positivamente, a todos los fenómenos inmateriales, físicos y químicos, que mantienen en la inmortalidad a lo que llamamos naturaleza. Y por último, el segundo vigilante, representa a la acción vivificante y divina del  creador, que fortalece y alimenta indefinidamente  las fuerzas, agentes y fenómenos vitales de todo lo creado, como fuentes de todo vigor y energía, que mantiene la vida de todos los seres orgánicos. Estas tres conclusiones, están basadas en la filosofía de las enseñanzas esotéricas, contenidas en el simbolismo que se atribuye a las dignidades de la logia; puesto que no cabe duda de que; así como la energía que encontramos en la materia, constituye a la fuerza bruta, de la misma manera el vigor físico mantiene a la fuerza intelectual, y que la vida  de todos los seres orgánicos, es la que fortalece a la existencia de todo lo creado por la propia naturaleza.la sabiduría, o sea el pleno conocimiento de la existencia del hombre dentro de sus facultades como ser  racional, es también el agente que le permite darse cuenta, que debe relacionarse con el medio que le rodea; mientras que su inteligencia, es la facultad que tiende a relacionarlo, con todos aquellos fenómenos que trata de investigar, dentro del misterioso mundo de lo abstracto; y por último, el pensamiento humano, es otro de los factores, que conducen al hombre a la ejecución de todos sus actos, dentro del plan de investigación para penetrar hasta las profundidades que se manifiestan en los intrincados problemas del mundo de la realidad. Lo anteriormente expuesto, es parte de los razonamientos del porque:  cuando el venerable maestro, abre los trabajos de la cámara de aprendiz, el primer vigilante abate su pequeña columna, y el segundo vigilante, mantiene la suya levantada o en pie; lo cual significa, que desde el momento en que penetramos dentro del sistema de la vida real, para conocer el verdadero misterio de la verdad, es que se trata de trabajar, haciendo uso adecuado de la inteligencia, el pensamiento y la sabiduría, como facultades innatas del hombre, que han quedado grabadas indeleblemente, dentro de la conciencia humana; es decir, que debemos principiar por estudiar nuestro carácter, para el fin de modelar nuestro entendimiento, cultivar nuestras facultades intelectuales, para comprender nuestra verdadera misión en la vida, y educar convenientemente nuestro espíritu de lucha a fin de lograr forjar nuestro propio destino, que es lo que generalmente preocupa al género humano. Tomando en consideración las anteriores enseñanzas, resulta que, las tres dignidades, representan al triángulo de las ciencias naturales, cuyos principios fundamentales, radican en el raciocinio, el pensamiento y en la educación moral del hombre, según su capacidad intelectual. otra de las explicaciones científicas, sobre la misión simbólica que deben desarrollar las tres dignidades, consisten en una explicación astronómica, misma que se refiere a que el venerable maestro representa al sol en oriente, como una fuente de luz, calor y vida, que emana sus refulgentes rayos sobre la naturaleza. Que el primer vigilante, representa al sol en la plenitud de su carrera, que desde el cenit, derrama sus bienhechores rayos, que mantiene en constante evolución  a la propia naturaleza. Que el segundo vigilante, representa al sol en el ocaso, o en su caída hacia el occidente, para indicar el fin de la jornada, por lo que sus tenues y débiles rayos, sólo iluminan a la naturaleza, para anunciarle el reposo o el descanso en sus actividades. En consecuencia la primera fase del sol en su carrera hacia el firmamento, representa a la moderación, la segunda, a la acción y la tercera a la decadencia. Tales son en resumen, las enseñanzas simbólicas, filosóficas y esotéricas, que en materia de instrucción masónica encontramos adecuadas para la primera cámara, mismas que se destacan en forma prominente, al estudiar el carácter emblemático de las tres dignidades de la logia, por cuya razón dejamos para conocer en los grados superiores, otras explicaciones más profundas y de mayor interés filosófico, para nuestros hermanos recién iniciados.  

martes, 21 de febrero de 2012

R:. E:. A:. A:. LAS LUCES, SU INTERPRETACIÒN, SU SIMBOLISMO

TEMA10
La palabra luz, tiene variadas acepciones, principalmente cuando se habla en el sentido figurado; puesto que se refiere o manifiesta, infinidad de ideas y pensamientos que surgen esencialmente de la interpretación emblemática o simbólica que se le atribuye; por ese motivo, hemos visto que se aplica en diferentes formas, según la expresión o el significado de determinadas acciones. consecuentemente, en materia de simbolismo, la voz luz indica, en primer término, a la ciencia, a la verdad, y a la razón, virtudes que se practican dentro de las enseñanzas masónicas, y por lo mismo, constituyen la base de todas las materias que nos sirven de guía, para adquirir e inculcar los conocimientos filosóficos, que se ponen de manifiesto en todas las iniciaciones, en los aumentos de salario y en las exaltaciones, que tienen verificativo dentro del simbolismo de los tres grados de la masonería azul, lo que viene a dar origen a las expresiones de que:  se hace la luz, en el preciso momento de proclamar en logia a los iniciados, o de proceder a reconocer a los postulantes que han sido previamente declarados o investidos, como aprendices, compañeros y maestros. procederemos pues, a buscar el origen, la interpretación, el simbolismo, la definición y el significado moral y filosófico de este vocablo, y encontraremos que: la palabra luz, deriva de las voces latinas “lux” o “lucem”, mismas que se refieren a la claridad que ilumina y hace visibles a todas las cosas; es también, la flama que produce cualquiera substancia en combustión; se trata igualmente, del reflejo luminoso que irradian las lámparas, los quinqués, los faroles, los focos eléctricos, las linternas, las velas, las antorchas, los hachones, las teas y en general, todos aquellos aparatos destinados para alumbrar. en el sentido figurado, por luz se entiende todo aquel portavoz que indica o que sirve de guía en cualquier circunstancia, que ilustra, que pone en conocimiento, que educa, que se apega a la verdad, que da la razón, que obra con justicia, y que por lo regular, marca también la forma en que se designa a toda persona capaz de orientar, de dirigir o de conducir a quien o a quienes necesitan adquirir determinadas enseñanzas, o a conocer los mejores y más despejados derroteros, para desarrollar sus actividades; también se le da la denominación de luz, al punto desde el cual se supone que emanan los reflejos que dan el colorido a un cuadro; igualmente se da ese nombre, a los principios, a los preceptos y al criterio en que se basa la razón, la verdad y la justicia; se refiere asimismo, a lo que descubre o inventa la inteligencia, a lo que se adquiere por medio de la ilustración, a lo que se demuestra por medio del talento, y a lo que se imparte, haciendo uso de la cultura natural del individuo. en ocasiones, a la palabra luz, se le agregan algunos adjetivos, mismos que nos permiten distinguir a las diferentes expresiones con que podemos definir las ideas que se manifiestan, según su aplicación y su significado; tales son: la luz natural, que se produce por medio de los fenómenos meteorológicos, como la del sol, la de la luna, la del relámpago, la de las estrellas, la de los fuegos fatuos, etc., la luz artificial, o sea la que se obtiene por medio de la mano del hombre, o a base de mecanismos inventados por èl, como la de un cerillo, la de una vela, la de una lámpara, la de una foga, etc.; la luz elèctrica, que es la que se obtiene haciendo uso de los generadores, que con el frote con los carbones o cepillos, producen la corriente eléctrica; la luz de bengala, que se obtiene por medio de la combustión de las substancias químicas que contiene la pólvora, mismas que le hacen despedir destellos muy vivos de diferentes colores; la luz zodiacal, que se distingue por la claridad amarillenta que se observa durante algunas noches despejadas de invierno, y que ilumina las altas regiones deletéreas de la atmósfera o del infinito; la luz primaria, es la que se recibe en forma directa y en todo su esplendor, por medio de la ignición o de la combustión de cualquier substancia inflamable; la luz secundaria o refleja, es la que se proyecta en forma indirecta, por medio de resplandores o a través de los cuerpos semi-opacos; la luz cenital, es la que se recibe en forma perpendicular, como la del sol a medio día, la de un foco o de una lámpara pendiente del techo, o la que penetra a una habitación por medio de los traga-luces; la luz de luz u oculta, es la que en un salón se recibe por medio del reflejo, que produce la iluminación incrustada en los techos o en los muros; la luz de la razón, se refiere al conocimiento justo que se tiene sobre los casos o las cosas, así como de las causas que las originan, o de la noción que se tiene de los fenómenos naturales, por medio de la investigación, del estudio, del descubrimiento o del raciocinio; la primera luz, indica lo que acontece, lo que debe ejecutarse al amanecer, y se aplica también, al acto de poder comprender las explicaciones o las enseñanzas con suma facilidad; la media luz, es la que se percibe en forma moderada o a la mitad de su intensidad; entre dos luces, se refiere a todos aquellos acontecimientos que pueden suscitarse o acontecer, entre los amaneceres de dos días distintos; es decir, dentro de las veinticuatro horas; a todas luces, indica lo que puede hacerse o ejecutarse a pesar de todas las dificultades o de los impedimentos para lograrlo, o bien, es lo que se lleva a la práctica, cueste lo que cueste. en cambio, por lo que respecta al simbolismo masónico, a la luz se le considera como un factor de vida universal, cuya interpretación está claramente definida, puesto que representa al guía natural del entendimiento humano, ya que por todos conceptos, se le considera también, como emblemática de la inteligencia, de la ilustración y del talento del hombre, como facultades indispensables para lograr el estudio, la comprensión y la interpretación de todas las ciencias y de las artes, que el genio humano está llamado a desarrollar y a fomentar en todas sus ramas, durante sus diferentes actividades, dentro de la vida social. por lo tanto, debemos reconocer que la elevada misión que debe cumplir, quien haya recibido la luz masónica en todo su esplendor, ideales, tomando en cuenta que sus principios y sus máximas, se basan en los más puros sentimientos de humanidad y de altruismo, puesto que su labor social, la viene desarrollando, desde que principio por ser hijo, luego como hombre, después como padre, y finalmente en su calidad de masón consciente de sus responsabilidades y de sus deberes para consigo mismo, para con sus semejantes y para con el ser supremo; factores que indiscutiblemente le conducen hacia una bien definida determinación o sea la que corresponde a su sacrificio moral o material, en cualquier circunstancia que pueda demostrarlo. por otra parte, la luz, hablando en términos materiales, tiene su origen y se produce, por medio de la acción del fuego, y no cabe duda que la palabra fuego, nos indica o nos da la idea de una completa destrucción, de la reacción, de la evolución, de la transformación y de la purificación de todos aquellos elementos orgánicos o inorgánicos, que han pasado bajo su acción directa, circunstancia que les viene originando, un cambio químico radical a consecuencia de tal procedimiento, pero que el resultado final significa nada menos que la renovación de los órganos destruidos o muertos, lo que nos demuestra simbólicamente, que de ahí nace el continuo perfeccionamiento que notamos en los fenómenos naturales, desechando todo lo que el ser ya produjo, o que simplemente no es posible que continúe el sacrificio de un cuerpo agotado; tomando en cuenta que, sus órganos vitales, cumplieron sus funciones de propagación de la especie, y que por lo mismo, no puede dar origen a una degeneración de la especie, cuando sólo se busca la evolución general de la naturaleza. si procedemos a analizar los anteriores razonamientos, llegamos al convencimiento de que las luces que iluminan a la logia en pleno, derraman un cúmulo de enseñanzas simbólicas y emblemáticas, en las que se demuestra evidentemente su finalidad, puesto que así lo definen las materias de estudio de cada cámara, por cuyo motivo, en el lenguaje masónico dichas luces, también reciben la denominación de antorchas o de estrellas. consecuentemente, procederemos a definir, el simbolismo que se atribuye a las luces que iluminan a la logia en su primera cámara, principiando por hacer distinciones; o sean las luces morales o animadas y las luces materiales o inanimadas, cuya interpretación explicamos enseguida, tomando en cuenta que estas dos clasificaciones, son las que definen de manera filosófica, el sentido ético masónico que revelan en su significado, dentro de los estudios de la masonería simbólica en el grado de aprendiz; y así podemos distinguir; en primer lugar, a las luces morales, como representativas de todas las dignidades y oficiales del taller, tomando en cuenta que son quienes dirigen y regulan los trabajos de la logia; y en segundo lugar se entiende que nos referimos a las luces materiales, cuando se trata de la biblia, cuyas páginas contienen un cúmulo inagotable de enseñanzas; de la escuadra que nos proporciona los más vastos conocimientos científicos y del compás, que es el emblema del infinito, en cuyos ámbitos se encierra lo desconocido, además tenemos a la espada flamígera como símbolo del honor y del deber, puesto que nos da las lecciones inalterables comprendidas en la filosofía y en la moral. las luces radiantes o sean las que iluminan la logia durante sus trabajos de la primera cámara, se encuentran distribuidas, dentro del templo simbólico, en la siguiente forma:  sobre la mesa del trono del venerable maestro, formando un triángulo equilátero, nueve luces; en el mismo orden, sobre la mesa del hermano orador, siete luces; sobre la mesa del trono del hermano segundo vigilante, se colocan únicamente tres luces; sobre la mesa del hermano secretario, tres luces, sobre la mesa del hermano tesorero, tres luces; sobre la mesa del hermano hospitalario o limosnero, tres luces; sobre el ara o altar de los juramentos tres luces, una en cada vértice; sobre el triángulo del frontispicio del templo, tres luces, una en cada uno de su ángulos; en el centro de la estrella radiante una luz;  y sobre la mesita que se coloca a la izquierda del hermano segundo vigilante, se observan once luces, lo que da un total de cincuenta y una luces, que iluminan e ilustran a los hermanos en las tres cámaras. ya que hemos conocido la distribución correcta de las luces que iluminan el interior del templo; procederemos a estudiar e investigar, el simbolismo que les corresponde, durante los trabajos de la primera cámara, o sea, la de aprendiz masón, y es, como enseguida se expresa:  de las nueve luces que se ven sobre la mesa del trono del venerable maestro, solamente se encienden tres, las que corresponden a los vértices del triángulo, la primera, representa a la ciencia, cuyos estudios, comprensión y enseñanzas constituyen uno de los principales deberes que ha de cumplir todo buen masón; la segunda, es emblemática de la virtud, como cualidad que debemos demostrar, practicar y difundir entre los hermanos y los profanos, sin ninguna distinción; y la tercera luz, es el símbolo de la verdad, con que debemos conducirnos, para todos nuestros actos, nuestros dichos y nuestras acciones, dentro y fuera de la logia. de las siete luces que se colocan sobre la mesa del hermano orador, únicamente se encienden tres, las que se encuentran también en los vértices del triángulo, la primera, representa a la justicia, que debe impartirse a todo género humano, sin ninguna preferencia de clases, credos, ni de posición social; la segunda luz, es emblemática de la razón, que debe concederse a hermanos y profanos, de conformidad con nuestras máximas, durante nuestra actuación como ciudadanos y como masones; y la tercera, simboliza al orden, con que debe llevarse a cabo, y desarrollarse, todas las actividades y trabajos del taller. de las cinco luces que se observan sobre la mesa del trono del hermano primer vigilante, sólo se encienden tres, o sean las que corresponden a los vértices del triángulo, la primera, es representativa de la constancia, que debemos demostrar durante el desarrollo de los trabajos, de las actividades o de las empresas que llevamos a cabo en forma individual o colectiva entre los masones; la segunda luz, es simbólica del estudio, a que deben dedicarse con ahínco y constantemente los hermanos, para el fin de llegar a adquirir los conocimientos, de efectuar las investigaciones y de lograr los descubrimientos científicos; y la tercera, es emblemática del progreso, que invariablemente deben procurar los masones conscientes de sus deberes, y de las responsabilidades contraídas ante sus hermanos, y que se relacionan con el bienestar general de la sociedad y de la humanidad. las tres luces que se ven sobre la mesa del trono del hermano segundo vigilante, representan la primera a la libertad, o sea el más sagrado de los derechos que debe gozar el hombre de bien, que sabe ser útil a sus semejantes; la segunda luz, es simbólica de la igualdad, que surge como otro de los sublimes derechos, que constituye también a la voluntad, al esfuerzo y a la energía, como mantener la armonía universal; y la tercera luz, es el emblema de la fraternidad, como virtud que debe propagarse entre todo el género humano, y sin distinción de razas, credos ni de rango social, puesto que su benéfica acción, siempre será de efectos netamente humanitarios y de estrecha unión, si se toma en cuenta, que es lo que distingue a los masones entre sí. las tres luces que se distinguen sobre los ángulos del ara o altar de los juramentos, son representativas la primera, de la fuerza, factor vital que debemos cultivar y fomentar en el sentido moral, en el físico y en el intelectual, tomando en consideración que constituye también a la voluntad, al esfuerzo y a la energía, como cualidades que debemos desplegar y aplicar, al ejecutar todas nuestras acciones; la segunda luz, es simbólica de la belleza, como un don que debe mantenerse siempre, puro y sin mancha, con el fin de crear o formar, a las conciencias, a las almas y a los corazones nobles y sanos, en el sentido moral y material; y la tercera luz, es emblemática del candor, que nos indica el verdadero camino de la sencillez de nuestros pensamientos, de nuestras acciones y de nuestros actos, mismos que deben estar basados en la pureza de los sentimientos humanos y en la inocencia adquirida, fuera de toda malicie, o de la maldad que inspira la fragilidad del hombre. las tres luces que se observan sobre la mesa del hermano secretario, representan la primera a la discreción, cualidad que siempre debe demostrar el masón para pensar, para escuchar y para emitir sus opiniones en logia, o bien, cuando se trate de asuntos profanos y que corresponden al fuero interno de la sociedad en general; la segunda luz es simbólica de la pericia, que da origen a la justa y razonable resolución, a todos los problemas que se presentan, así como que permite obrar, a base de un criterio consciente y sano cuando se trata de conceder, y de respetar los derechos ajenos; y la tercera, es el emblema de la experiencia, facultad que tiene su origen en la práctica y en el esfuerzo humanos, puesto que su finalidad, es la de poder desarrollar las labores y las arduas actividades, para evitar en lo posible, caer en los errores, o ir al fracaso, en los dichos, en los hechos o en las empresas. las tres luces que aparecen sobre la mesa del hermano tesorero, son representativas:  la primera, de la economía, que nos indica la conveniencia de observar estrictamente todas aquellas reglas, que facilitan la buena administración del erario, y de acuerdo con las verdaderas exigencias del momento; la segunda luz, simboliza a la seguridad, misma que nos proporciona la forma de iniciar la buena marcha de una sociedad o de una empresa, para normalizar el derrotero justo que debe imprimirse a los negocios, con lo que se puede definir favorablemente el porvenir, tomando en cuenta que todo masón debe procurar desarrollar sus actividades en forma firme y precisa; y la tercera luz, es emblemática de la firmeza, como una cualidad propia del carácter, que da la decisión en los actos, que tienden a realizar las aspiraciones del hombre; puesto que le obliga a aconsejar, a dirigir y a conducir, por la senda del progreso a todos sus hermanos, con la seguridad de obtener el triunfo. las tres luces que se colocan sobre la mesa del hermano hospitalario, representan la primera a la filantropía, virtud masónica que debe practicarse y propagarse, sin distinción de razas ni de clases sociales; la segunda luz, es simbólica de la caridad, como otra de las virtudes, que por ningún motivo debe dejarse de ejercer, entre propios y extraños y sin ningún interés particular; y la tercera, es emblemática de la nobleza, que debe llevarse hasta la conciencia de nuestros hermanos, como un sentimiento de humanidad, que debe ser impartido en cualquier circunstancia y en todo momento, sin más interés, que buscar el beneficio de nuestros semejantes, por humilde que sea su condición social. hasta aquí, hemos llegado a conocer lo que significan en el sentido simbólico, las luces que iluminan las mesas de los tronos de las dignidades y oficiales del taller, durante sus trabajos de la primera cámara, así como el de las que se colocan sobre el ara o altar de los juramentos, ahora nos corresponde investigar, el simbolismo de las demás luces, que lanzan sus resplandores en el interior del templo, y desde luego fijaremos nuestra atención en: las once luces que se observan sobre la mesita que se encuentra a la izquierda del trono del hermano segunda vigilante, mismas que representa a los once agentes fundamentales que rigen a la naturaleza, y por su simbolismo, se dividen en elementos materiales, inmateriales y espirituales, los que procedemos a enumerar como sigue:  la primera luz, representa al sol, la segunda al germen, la tercera al nacimiento, la cuarta a la vida, la quinta a la muerte, la sexta al alma, la séptima al espíritu, la octava a la tierra, la novena al agua, la décima al fuego  y la onceava al aire, todos estos factores naturales tienen una explicación científica, otra moral y otra filosófica.  Mismas que sirven de temas para los estudios de las diferentes cámaras, como podremos confirmarlo más adelante. también tenemos a las luces que se distinguen sobre los vértices del triángulo del frontispicio del templo, mismas que representan a las fuerzas ocultas, o sean al infinito, al misterio y al porvenir, como factores que nos preocupan por lo incomprensible y lo abstracto de su estudio, pero que se explican porque encierran verdad ante nuestra conciencia, toda vez que se refieren al mundo de lo desconocido y al de las enseñanzas ocultas, sin embargo, las investigaciones nos proporcionan infinidad de conocimientos, que se refieren al esoterismo masónico, dentro de cuyas materias conoceremos algunos conceptos sobre la vida de ultratumba. En consecuencia, la luz que se observa dentro de la estrella radiante, es emblemática de la unidad hombre, como un ser racional, dotado de inteligencia, que piensa que razona y que ejecuta, que sabe que existe, que vive y que muere, después de haber propagado su especie dentro de la evolución del género humano. en resumen, hemos llegado a la conclusión de que el venerable maestro y los dos vigilantes, representan a las tres luces morales o animadas, y por lo mismo, científicamente se les considera como emblemáticos, el primero, de la ciencia, el segundo, de la constancia y el tercero de la libertad, puesto que su delicada misión, se determina por medio del simbolismo que encierran sus enseñanzas y sus innegables conocimientos, en que se inspiran los temas científicos, morales y filosóficos que se imparten en la primera cámara. por lo que respecta a las cuatro luces materiales o inanimadas, que en este caso se encuentran colocadas sobre el ara, son nada menos que la biblia, que representa a la ley, el compás, como simbólico de la naturaleza, a la escuadra, como emblemática de la energía, y a la espada, como el símbolo del honor, razón por medio de la cual, existe la convicción de que todos aquellos conocimientos que por su propia naturaleza debemos estudiar, investigar o descubrir, en beneficio de nuestros semejantes. en consecuencia, todos los razonamientos que hemos venido emitiendo o señalando hasta aquí; y que están firmemente ligados con la filosofía del grado, se encuentran comprendidos dentro del simbolismo de las luces animadas, inanimadas y radiantes que ilustran a la logia en su primera cámara, puesto que es innegable que nos han proporcionado, en forma evidente, una demostración científica, filosófica y moral de lo que es el estudio de las materias que corresponde aprender al iniciado, por lo tanto, para nosotros los masones tiene también por objeto, saber distinguir y determinar en todos sentidos, a la labor que debemos desarrollar en lo sucesivo, en forma justa y equitativa. al mismo tiempo hemos logrado demostrar palpablemente, que cada signo, cada alegoría, cada símbolo, cada objeto y cada figura de que nos servimos, para iniciar nuestros trabajos en logia abierta, nos proporcionan torrentes de enseñanzas y de conocimientos, tomando en consideración que cada uno de esos útiles, nos dan las más variadas ideas, para proceder a desarrollar nuestras labores, en el sentido moral, en el filosófico y en el científico. sólo nos resta investigar, algo sobre la interpretación esotérica del simbolismo de la luz, circunstancia que nos obliga a hablar en términos generales, para poder definir que la luz, viene de la combustión, misma que da origen al fuego, el que indudablemente produce al calor, o lo que es lo mismo, explicando en otras palabras, que la combustión mantiene el fuego, y éste se convierte en luz y en calor, consecuentemente, no cabe duda, que gran parte de las substancias, materias y gérmenes de que se compone la naturaleza, la que por ese medio, y bajo la acción directa del fuego, se transforman y desaparecen químicamente, para después adquirir nueva forma y vida, lo que se logra a través de los fenómenos de la germinación y sus virus vivificantes, que existen entre los demás elementos de la naturaleza, unidos a la luz y al calor, como agentes renovadores de todo lo que existe. al mismo tiempo, la combustión, el fuego, la luz y el calor, se convierten en factores indispensables y de vitales funciones, para lograr la constante evolución de la materia y de todas las cosas materiales, pero que a la vez, son agentes que también le sirven, como elementos de destrucción a la naturaleza, fenómeno que irremisiblemente, trae como consecuencia lógica, la renovación, de todo aquello que aparentemente desaparece, pero que en realidad, constituye la iniciación o el origen de una nueva vida;  por ese motivo, en términos figurados, hemos comparado a la luz con la ciencia, con la verdad y con la razón. No cabe duda entonces, que la interpretación y el simbolismo, que se les atribuye a las luces de la logia en su primera cámara, manifiestan un vasto campo de enseñanzas, mismas que real y positivamente se demuestran, al estudiar o investigar los encumbrados principios masónicos, comprendidos dentro de la filosofía moral, cuyo tema es de la competencia de nuestros hermanos aprendices, en su simbolismo y en su interpretación. sin embargo, existen otros conceptos mucho más elevados en la materia, acerca de la interpretación esotérica de las luces que iluminan a la logia, los que irremisiblemente iremos conociendo, a medida que vayamos escalando, los peldaños de los diferentes grados de la masonería azul. Mientras tanto, justo es que procedamos a demostrar, que nosotros los masones, no perdemos el tiempo en el estudio o en la invención de falsos sofismas, puesto que nuestra verdadera misión, siempre consistirá en llegar hasta el sacrificio moral y material, si así se hace necesario, para lograr el cumplimiento de nuestros deberes. 


lunes, 20 de febrero de 2012

R:. E:. A:. A:. EL COMPÁS, SU SIMBOLISMO Y SU INTERPRETACIÓN

TEMA 9

Si nos ponemos a meditar sobre lo que son o pueden ser nuestras actividades, dentro y fuera del seno de la Sociedad, se nos viene a la memoria, la idea de que se hace absolutamente necesario, acudir a los medios que nos pueden servir, como aparatos o instrumentos de trabajo, sea cual fuere el género de vida a que se dedique el hombre, para conseguir labrar su PORVENIR;  además no podemos olvidar que en esas circunstancias, la labor constructiva que en todos sus aspectos lleva a cabo la humanidad, queda en manos de quienes realizan las obras materiales e intelectuales, que bien pueden catalogarse como de carácter IMPERECEDERO.
Por el momento, únicamente vamos a describir uno de tantos instrumentos de trabajo, que según su forma y aplicación, el hombre necesita para desarrollar sus actividades, motivo por el cual nos referiremos al COMPÁS, como un aparato esencial, cuyo uso es indispensable en la Geometría, en la Arquitectura y en las Artes; conoceremos pues, su origen y la etimología, por lo que respecta a su nombre, así como la interpretación Simbólica que se le atribuye.
En efecto, la palabra COMPÁS es propia de la lengua castellana y deriva de “COMPASAR”, voz que se considera como el acto que se ejecuta, por medio de un instrumento formado por DOS piernas o ramas articuladas de distinta estructura, que sirve para medir distancias en tramos, trazar circunferencias, calcular dimensiones, establecer proporciones, etc., por tal motivo, la Ciencia nos describe a NUEVE tipos de COMPASES, mismos que reciben su nombre, según el objeto para el cual se les destina; y así tenemos al número 1 – COMPÁS DE PUNTAS, como su nombre lo indica, sus dos Piernas terminan en PUNTA, y sirve para tomar Dimensiones y marcar Distancias; el 2 – COMPÁS PARA PUNTILLAS O GRÁFICOS, que lleva en sus ramas los soportes para fijar la puntilla o el gráfico, según se desee, y se utiliza para trazar las Circunferencias a lápiz o tinta; el 3 – COMPRÁS DE CUADRANTE, que ostenta un sector de arco en una se sus ramas, y como su nombre lo indica, se emplea para medir la abertura o graduación de los CUADRANTES en los círculos; el 4 – COMPÁS DE PROPORCIÓN O REDUCCIÓN, es el que consta de un EJE movible, que une sus dos ramas acanaladas, a las que aumenta o reduce sus dimensiones, y sirve para tomar, por uno de sus extremos, las PROPORCIONES, y por el otro determinar la correspondiente REDUCCIÓN; el 5 – COMPÁS DE ESPESORES, que está constituído por dos brazos rectos, y a continuación dos ramas curvas hacia adentro, con un sector de cuadrante en la unión de uno de sus brazos con su rama, y se usa para determinar el ÁREA respectiva de las superficies curvas, o sea, el ESPESOR de los cuerpos; el 6 – COMPÁS DE CORREDERA, consta de una Regla graduada en forma de ESCUADRA, con un brazo corredizo ajustable, que sirve para medir o trazar los espacios entre dos o más líneas paralelas; el 7 – COMPÁS DE PRECISIÓN, está formado por dos brazos o reglas planas graduadas, y se emplea para marcar las distancias y la graduación de los Círculos concéntricos; el 8 – COMPÁS DE CALIBRE EXTERIOR, lo constituyen dos piernas articuladas curvas hacia adentro, y sirve para medir las dimensiones exteriores de los PROYECTILES o de cualquier otro cuerpo cilíndrico; y por último, tenemos el 9 – COMPÁS DE CALIBRE INTERIOR, que también está constituído por dos ramas curvas hacia fuera, y se usa para medir el CALIBRE o DIÁMETRO interior de los cañones, o de las tuberías.
Como se ve, estos NUEVE tipos distintos que apreciamos en el COMPÁS, tienen una aplicación perfectamente bien definida en la Geometría, en la Arquitectura y en las Artes, según la forma, la estructura y la figura que afectan; pero nosotros vamos a referirnos únicamente, al primero de ellos, o sea al COMPÁS DE PUNTAS, por ser al que se le considera como un verdadero Símbolo Masónico, pero atendiendo a su forma, estructura y aspecto verdaderamente CORRECTOS, como vamos a tener la oportunidad de DESCRIBIR; en consecuencia ya dijimos que este instrumento consta de DOS PIERNAS o RAMAS articuladas, nada más que en este caso, ambas son de forma netamente TRIANGULAR hasta terminar o rematar en PUNTAS, y su articulación, o sea la Cabeza del COMPÁS es de forma CIRCULAR; por lo tanto, en el orden profano, sirve para medir distancias en tramos, tomar dimensiones o proporciones y también para trazar la más PERFECTA de las figuras Geométricas, es decir, a la Circunferencia que limita al CÍRCULO.
Consecuentemente, si el TRIÁNGULO es la primera de las superficies Geométricas, el CÍRCULO la más perfecta de las figuras y sus dos extremos rematan en DOS PUNTOS; quiere decir que el COMPÁS está constituído por los tres PRINCIPIOS fundamentales, porque en el se reúnen la Primera de las SUPERFICIES, la PERFECCIÓN de las figuras y el PUNTO de origen de todas las cosas; por eso confirmamos el hecho de que la Cabeza es CIRCULAR, las Ramas TRIANGULARES y sus Extremos rematan en PUNTA, por eso llegamos también al convencimiento de que el COMPÁS MASÓNICO, reúne esas tres cualidades filosóficas, que no podemos apreciar en todos los demás instrumentos similares, por lo tanto, vamos a estudiar detalladamente sus acepciones Simbólicas, Morales y Científicas, en relación con sus enseñanzas FILOSÓFICAS.
Por tal motivo, el COMPÁS en el orden Masónico, es uno de los atributos más usuales que se conocen en el simbolismo, de ahí también que se le toma como el Signo representativo de la LÓGICA, o sea la base en que se apoya la LEY DE LA RAZÓN, como factor emblemático por cuyo medio, se deben AQUILATAR todos los actos y las acciones de los hombres, sea cual fuere el género de sus actividades, para el fin de que sus Obras Materiales puedan ser ETERNAS, así como sus CONCEPTOS espirituales y sus VALORES MORALES, puedan convertirse en IMPERECEDEROS; en consecuencia, el COMPÁS es el instrumento que nos sirve para marcar el Límite de nuestros DERECHOS, porque es nuestro DEBER, no invadir los que corresponden a nuestros Semejantes, por ese motivo, vemos que juntamente con la ESCUADRA y la BIBLIA, forma otro de los emblemas más preciados,  que se colocan sobre el ALTAR, para que como guías de orientación, puedan presidir nuestros trabajos en cualquiera de las Cámaras de las Logias.
En este caso, el COMPÁS     constituye el Símbolo de la UNIDAD NATURAL, o sea la CAUSA, el ORIGEN y el EFECTO  cuya acción vivificante, fecunda el GERMEN para lograr la producción o reproducción de todos los Seres y las Cosas, CREADAS o que surgen del seno de la propia NATURALEZA; y por esa razón, notamos que en lo material, lo técnico y científico, también se aplica invariablemente en la Geometría, en la Arquitectura y en todas las Obras de Arte, que por su mano ejecuta el hombre durante sus actividades.
Por otra parte, la ÉTICA MASÓNICA considera el COMPÁS, como un verdadero instrumento alegórico del trabajo intelectual, que dentro del espíritu del hombre, germina o fecunda a su entendimiento, para inculcarle aquellos SANOS principios; que nos inclinan hacia una efectiva MODERACIÓN de nuestros actos; es decir, que el CÍRCULO que forma, limitado por la circunferencia, reduce a la VOLUNTAD dentro de sus correspondientes fronteras, mismas que jamás deben REBASARSE, puesto que nos determina el final de nuestros propios DERECHOS y por lo mismo, nos obliga a RESPETAR los ajenos; ya que para nosotros los Masones, también dicho Signo, es emblemático de la VIRTUD, porque con sus enseñanzas MORALES perfecciona nuestra conducta, alienta a nuestro ESPÍRITU, fortalece a nuestro ENTENDIMIENTO  y cultiva a nuestra INTELIGENCIA, con lo que invariablemente nos proporciona una IDEA exacta de lo que puede ser o es, lo POSITIVIO, lo REAL y lo VERDADERO, eliminando así las APARIENCIAS o las FALSAS interpretaciones.
Ahora bien, el Simbolismo MORAL que en el sentido de la palabra se le atribuye al COMPÁS, por lo que se refiere a las enseñanzas que corresponden al Primer Grado, consisten en que cada una de sus medidas, corresponden a los PASOS           que marcamos por la senda del DEBER, por lo que hay que fijarlos con precisión y firmeza, con el fin de lograr RESTRINGIR, ELIMINAR o RECHAZAR con toda energía, las costumbres tendenciosas, los actos denigrantes, los malos hábitos, las pasiones vulgares y en general, todos aquellos VICIOS que se adquieren bajo el influjo de la DEBILIDAD de carácter, de la FALTA  de voluntad propia, o de la FRAGILIDAD humana.
Por esa razón confirmamos una vez más, que el COMPÁS, al trazar la Circunferencia, también nos señala el ESPACIO de nuestros DERECHOS, reducido a sus verdaderas DIMENSIONES, respecto a los DERECHOS que justamente corresponden a nuestros semejantes; por lo tanto, quiere decir que en esta forma, y en las mismas condiciones, nos indica la manera de proporcionarnos MODERADAS expansiones y HONRADOS placeres, a la hora del descanso o de nuestras DIVERSIONES, puesto que nunca debemos olvidar, que el concepto de la HONORABILIDAD, en Masonería, siempre se ha definido como una NECESIDAD propia del hombre que sabe conservar su DIGNIDAD, precisamente porque esa cualidad, le obliga a RECATARSE o a PRIVARSE de determinados momentos de SOLAZ, que pueden constituir un EXCESO  de alegría, aún cuando dichos actos puedan desarrollarse, en contra de la VOLUNTAD colectiva, puesto que ese es el único medio de conservar la propia REPUTACIÓN, el RESPETO, la ESTIMACIÓN y las CONSIDERACIONES que nos debemos; porque de esa manera también GUARDAMOS las que corresponden a los demás.
Por tal motivo, también llegamos al convencimiento de que el COMPÁS, es el símbolo más sublime y palpable, representativo de las VIRTUDES HUMANAS, porque la esencia de sus enseñanzas, simbólicamente constituyen la guía única que prepara a la CONCIENCIA del hombre, si tomamos en cuenta que se trata precisamente, de LIMITARSE de una manera consciente y razonable, sus DESEOS por alcanzar las más elevadas AMBICIONES, así como el hábito que se adquiere para ABUSAR de ellas; puesto que por ese medio, se evita que el Individuo tome TORCIDOS senderos en su camino hacia la PERFECCIÓN; ya que se trata nada menos que AJUSTAR la convicción humana,  a la conveniencia de la colectividad SOCIAL, puesto que se trata también del momento en que deben manifestarse las IDEAS, de emitir las OPINIONES o de ejecutar las OBRAS, bajo la dirección de un bien definido CRITERIO, que permita conocer a fondo el resultado de una LABOR eminentemente BENÉFICA, en el sentido ÉTICO  de la palabra.
En consecuencia, no cabe duda de que estamos convencidos que el HOMBRE DE HONOR, puede tolerarlo o soportarlo TODO, menos que se le HUMILLE porque eso es motivo de rebeldìa, ya que la SUSCEPTIBILIDAD, es propia de la DELICADEZA como un sentimiento o cualidad muy humanos; y aùn cuando una OFENSA pase desapercibida por los demàs, basta con que en la conciencia del ofendido se anide la convicciòn de que se le ha  denigrado o difamado, para que tenga motivo de reprocharse a sì mismo, y por lo tanto, todo eso puede ser motivo de ODIOS, de RENCORES y probablemente hasta de VENGANZAS en contra de los detractores, cosa que por todos conceptos debe EVITARSE.
Consecuentemente, es innegable que hemos definido otra de las maravillosas interpretaciones que de la MORAL, se le atribuye al COMPÀS, porque como ya dijimos antes, al trazar a la màs PERFECTA de las figuras geomètricas, o sea a la Circunferencia que rodea al Cìrculo; con ese sòlo hecho nos circunscribe tambièn, de una manera AUTÈNTICA y POSITIVA, a los DEBERES para consigo mismo, ya que tambièn por sì sola siempre representarà a la ùnica GUÌA, que de la misma manera nos conducirà con felicidad, por la escabrosa ruta de la PERFECCIÒN MATERIAL, INTELECTUAL y ESPIRITUAL, propios del individuo que tiende a labrar su PORVENIR; y si el AMOR PROPIO, la SUSCEPTIBILIDAD y el HONOR, no pueden ser factores ajustables para los procedimientos LEGALES, ni mucho menos como motivo para que se determinen SANCIONES Jurìdicas, es precisamente porque en ese sentido, sòlo se admite un DERECHO INVIOLABLE para el hombre, y màs cuando se tiene la conciencia o la convicciòn de que constituye un acto de verdadera JUSTICIA, porque no se puede negar que se le ha considerado exactamente como una INTIMIDAD ùnica en el individuo, y propia de la CONCIENCIA HUMANA.
Sin embargo, en ocasiones vemos con pena que se abusa mucho de la forma de empeñar la “PALABRA DE HONOR”, aunque por fortuna sòlo en casos excepcionales, el hombre deja de cumplir tan sagrado COMPROMISO, pero aùn asì, solamente nosotros sabemos que en Masonerìa “EMPEÑAR LA PALABRA DE HONOR”, es precisamente una cualidad que tiende al perfeccionamiento MORAL del Iniciado, que aprende a cumplir sus promesas o sus JURAMENTOS, es tambièn lo que el DECORO personal señala como cualidad que siempre distinguirà de una manera solemne, a la inquebrantable VOLUNTAD, de quienes saben mantener sus convicciones como sòlo saben hacerlo los MASONES conscientes de sus DEBERES y de la RESPONSABILIDAD contraìda al prestar su JURAMENTO ante el ARA.
Ahora bien, refirièndonos a la interpretaciòn OCULTA, que se le atribuye al COMPÀS, en atenciòn a que es el instrumento por medio del cual, como ya se ha dicho, se puede trazar la figura geomètrica, cuya perfecciòn es innegable; es precisamente el motivo por el que se calcula que representa al EJE principal, que sirve al INFINITO como punto de observaciòn, cuya ÒRBITA es tan vasta, tan EXTENSA y tan INCALCULABLE en lo material, como DESCONOCIDA en lo cientìfico, hasta el grado de que se tiene la convicciòn, de que es el medio que origina a todas las CAUSAS y los EFECTOS, que proporcionan la producciòn y la reproducciòn de todos los Seres y las Cosas que por su naturaleza ambigua, se mantienen en el màs absoluto de los MISTERIOS, lo que como es de comprenderse, tambièn nos pone de manifiesto a los factores VITALES o de DESTRUCCIÒN y MUERTE, SEGÚN EL CASO, pero como agentes determinantes que fecundan en la tierra, para dar su fruto a lo que NACE, lo que VIVE y luego producir el fenòmeno irresistible de la MUERTE, o bien, porque se presumen que son materias, que asì como APARECEN, DESAPARECEN, sin dejar màs huella que la que se puede encontrar en lo màs profundo de lo desconocido; es decir, que estamos convencidos de que de la ETERNIDAD hemos venido, y por lo mismo a ella volveremos irremisiblemente.
En cuanto a la Filosofìa de las enseñanzas Masònicas, aceptadas como propias del COMPÀS, comprende algunas variaciones muy interesantes y de fecunda MORAL, y se refieren a que es indudable que el hombre, por sì solo o por su propia naturaleza, lleva tendencias eminentemente SOCIALES, lo que indica de una manera evidente, que los Seres Humanos nunca podràn vivir en forma AISLADA, ni mucho menos sin relaciones de AMISTAD o FAMILIARES, en relaciòn con sus semejantes, y desde luego, si el hombre nace dentro de un ambiente o conglomerado netamente SOCIAL, o de la FAMILIA, quiere decir que desde ese momento como SER DÈBIL, no puede bastarse a sì mismo, y es el motivo por lo que irremisiblemente necesita del AUXILIO y las ATENCIONES de sus semejantes, ya que por razòn natural, tienen la edad y las facultades fìsicas e intelectuales desarrolladas, para poder proporcionar esa ayuda material y de cuidados, que tanto necesitan las Criaturas durante su INFANCIA.
Por eso el CÌRCULO que nos traza el COMPÀS, tambièn nos limita la capacidad de nuestros esfuerzos, asì como nos marca los extremos hasta donde pueden llegar nuestros DEBERES, en relaciòn a nuestros DERECHOS, ya que como SERES DÈBILES y faltos de preparaciòn fìsica, intelectual y espiritual, se ven obligados a atender nuestros semejantes, cuando ha llegado la hora de adoptarlos como MAESTROS, lo que viene a confirmar que ni aùn en lo MORAL ni MATERIAL, podemos por sì solos, llegar a despejar el horizonte de las DUDAS, ni mucho menos poder comprender lo que puede ser una verdadera labor SOCIAL, desde luego que este antecedente nos demuestra de una manera evidente, que los hombres jamàs podràn vivir ENCERRADOS dentro de un INÙTIL o ESTÈRIL aislamiento, porque su preparaciòn completa, siempre estarà encomendada a la influencia de sus MAESTROS, de quienes ùnicamente podràn recibir los rayos que iluminan con luz resplandeciente el camino del BIEN y del PROGRESO, a la vez que le reflejan en su conciencia los sentimientos que anida su CORAZÒN, para adquirir las primeras nociones de AFECTO, de CARIÑO y de AMOR hacia el pròjimo.
Este es el motivo principal, por el que hemos llegado al convencimiento de que el hombre que mantiene relaciones con sus semejantes, cumpliendo asì con una obligaciòn SOCIAL, es indudable que adquiere tambièn los conocimientos, cuya caracterìstica consiste esencialmente en CONOCER a quienes debe CONSIDERACIONES, ESTIMACIÒN Y RESPETO, asì como para que tenga la certeza de que puede serles ùtil a sus semejantes, a quienes del mismo modo, tiene la ineludible obligaciòn de DIRIGIR, de INSTRUIR y PREPARAR, para conducirlos sin tropiezo, por el camino del PROGRESO individual o colectivo.
Por otra parte, tenemos a la interpretaciòn Astronòmica del COMPÀS, la que se refiere a la estructura geomètrica del mismo, y consiste en que sus TRES extremidades, o sean, la Cabeza y las DOS puntas en que rematan sus ramas, son alegòricas de las TRES posiciones culminantes, que se definen en LOGIA, COMO PARTES DEL RECORRIDO QUE EN APARIENCIA EJECUTA EL SOL, AL MARCAR LA INCLINACIÒN DE SUS RAYOS, de conformidad con la posiciòn que va adquiriendo, en relaciòn a la superficie de la Tierra; por lo tanto, vemos claramente que la referida Cabeza del COMPÀS, representa al CENIT, como punto màximo desde en donde el ASTRO REY ilumina perpendicularmente y en todo su esplendor al MUNDO, y las DOS PUNTAS o extremos de sus ramas, una se inclina hacia el Oriente, como punto en donde NACE el NUEVO DÌA, y la otra hacia el Occidente, o sea el OCASO, como punto en que termina el SOL su recorrido, para dar FIN AL DIA, o sea el momento en que principia la NOCHE con sus tinieblas impenetrables; en consecuencia, los TRES extremos del COMPÀS marcan tambièn, de una manera terminante, a los TRES puntos cardinales, que en Logia se distinguen como lo Sitiales en que se colocan las DIGNIDADES que presiden sus trabajos, de acuerdo con las horas en que el DÌA permite desarrollar las actividades humanas en beneficio de todas sus GENERACIONES.
Aquì cabe determinar, de una manera simbòlica, el motivo por el cual, el Venerable Maestro pregunta al Primer Vigilante, la hora en que deben abrirse los TRABAJOS en la Logia; y la respuesta es en el sentido que a MEDIO DIA, o sea a la hora que el SOL, ilumina a la Tierra con todo su esplendor; una vez que terminan las actividades Masònicas de la Tenida, el Venerable vuelve a preguntar al Primer Vigilante, el momento en que deben CERRARSE los Trabajos, y en este caso, la respuesta es que a la MEDIA NOCHE EN PUNTO, o que indica claramente que los Masones tienen la ineludible obligaciòn de trabajar siempre y sin descanso, por el BIENESTAR y el PROGRESO  de los SUYOS y de sus SEMEJANTES, sin màs interès propio, que el de SABER ser ÙTILES a la Humanidad, puesto que de esa manera se aprende a SERVIR a la FAMILIA, a la SOCIEDAD, al GOBIERNO y a la PATRIA.
Para terminar sòlo nos resta definir, que el COMPÀS con sus ramas abiertas o desplegadas, simboliza al TRABAJO material e intelectual del hombre, y en general a todo aquello que significa MOVIMIENTO progresista, OCUPACIONES cotidianas, o EXPOSICIÒN  de ideas que llevan por objeto INSTRUIR a la humanidad; y tambièn indica el perìodo en que se desarrollan todos los fenòmenos naturales, al igual que representa a la EVOLUCIÒN que producen, esa infinidad de Fuerzas Fìsico-quìmicas, que de una manera elocuente, FORMAN, CREAN y TRANSFORMAN el aspecto, las caracterìsticas y hasta la forma de todos los Seres y las Cosas, circunstancia por la cual, resulta que el MUNDO  de la CREACIÒN està constituìdo por un cùmulo de agentes, cuya evoluciòn corresponde al desenvolvimiento continuo de las CAUSAS y los EFECTOS, porque su Origen se atribuye directamente al SER SUPREMO.
Esta es la razòn esencial por la que el COMPÀS permanece sobre la ESCUADRA y la BIBLIA, con sus dos ramas abiertas, mientras se llevan a cabo los trabajos regulares de las Logias, en cualquiera de sus Càmaras.
Por otra parte, el COMPÀS con sus Ramas CERRADAS o plegadas, es representativo del DESCANSO, del REPOSO, de la TRANQUILIDAD, de la QUIETUD, de la CALMA, de la INMOVILIDAD, y en general de todo aquello que se considera como una INACTIVIDAD o SOSIEGO ABSOLUTO;  por tal motivo, en cuanto la Logia CLAUSURA sus trabajos de sus distintas Càmaras, el COMPÀS debe permanecer con sus dos ramas PLEGADAS, juntamente con la BIBLIA CERRADA y la ESCUADRA sobre el ARA.
Estas son en sìntesis, las enseñanzas simbòlicas que contiene el COMPÀS, como instrumento de trabajo en el orden Masònico; conocimientos que nunca deberàn olvidar los Iniciados, cualquiera que sea el Grado que ostenten.

viernes, 17 de febrero de 2012

R:. E:. A:. A:: LA ESCUADRA, SU SIMBOLISMO Y SU INTERPRETACIÓN

TEMA 8

Es indiscutible que todas las actividades que desarrolla el HOMBRE, en bien propio o el de sus semejantes, exigen una preparación intelectual, cuya base es la TEORÍA, la TÉCNICA y la PRÁCTICA, factores indispensables que lo capacitan convenientemente, para dedicarse a determinadas labores privadas o públicas, o bien, para ejercer algún OFICIO o PROFESIÓN, que le permita abrirse paso en su camino hacia el bienestar de los suyos, y del progreso que le reclama la Humanidad; pero para lograr esos nobles propósitos, necesita también el concurso de los Instrumentos de Trabajo, que varían según la ocupación o las actividades, a que se dedica el hombre, para llevar a cabo su cometido en la vida, y es así como encontramos infinidad y diversidad de IMPLEMENTOS, UTENSILIOS y HERRAMIENTAS de uso indispensable, para poder realizar todas las OBRAS materiales, intelectuales y científicas, ejecutadas por la mano del HOMBRE.
Por ahora, vamos a referirnos a uno de tantos instrumentos que nos sirven para llevar a la práctica dichas actividades; pero antes hay que advertir, que aquí se trata de estudiar, no tan sólo la aplicación material del referido instrumento de trabajo; sino también su interpretación en el orden simbólico, en el filosófico y en su significado Científico; por lo tanto, le toca a la ESCUADRA suministrar ese cúmulo de conocimientos, probablemente muchos de ellos desconocidos, y otros que se han OLVIDADO.
Principiaremos pues, por buscar el origen, la etimología, así como la versión histórica que se atribuye a la ESCUADRA, y veremos que es una palabra que viene del latín “EX’QUADRARE”, o sea, la mitad de un cuadro cuya raíz es “QUADRUS”, y significa CUADRADO PERFECTO, aún cuando dentro del uso profano, se le destina a diferentes medios de trabajo, ya sea como instrumento de Dibujo, como guía en las operaciones geométricas, como factor indispensable para el alineamiento angular de las obras de Arte y de Arquitectura y en general, su aplicación es muy vasta dentro de las actividades que diariamente desarrolla el HOMBRE.
Por otra parte, si la ESCUADRA como ya se dijo antes, es la mitad de un CUADRADO, partido diagonalmente, quiere decir que puede afectar la forma de un simple ÁNGULO RECTO, de un triángulo EQUILÁTERO o de un triángulo RECTÁNGULO, por lo mismo, es natural que según su forma, es la aplicación que se le da; y por eso lo observamos como instrumento de trabajo en la Albañilería, Carpintería, Mecánica, etc., aunque también en Arquitectura, se le da el nombre de ESCUADRA a una vigueta o tira metálica doblada en ángulo recto y sirve para fabricar armazones, para reforzar esquinas, para hacer ventanales y sostener las vidrieras; también tenemos a la falsa ESCUADRA, instrumento compuesto por dos reglas, las que unidas por uno de sus extremos giran libremente, lo que facilita trazar ÁNGULOS mayores y menos que el RECTO, y además toda clase de líneas convergentes a su vértice; también tenemos a la regla “T”, la que en uno de sus extremos ostenta dos ESCUADRAS adyacentes, por cuyo motivo forman un TAU, que permite trazar líneas paralelas entre sí, o bien que facilita determinar líneas perpendiculares a su base.
La ESCUADRA, como Símbolo Masónico es tan antiguo como la misma Masonería, pero su uso en las Artes Gráficas se remonta hasta la Edad Media, puesto que fue adoptada desde entonces, por nuestros Hermanos Albañiles organizados en Potencia Especulativa por aquella época.
Ahora bien, en el sentido Simbólico y Filosófico de la propia Masonería, la ESCUADRA contiene muy bellas lecciones científicas, y muy elevadas enseñanzas Morales, por cuyo motivo se le considera también, como uno de los instrumentos alegóricos indispensables para lograr propagar gráficamente, los conocimientos Masónicos que se imparten en todas las Logias, puesto que sus trabajos deben desarrollarse, bajo la más estricta DISCRECIÓN.
Por esa razón, la ESCUADRA es también uno de los Símbolos más conocidos universalmente, de ahí por qué, desde tiempo inmemorial, las lecciones que contiene, se vienen aplicando en forma PRECISA, CLARA y DEFINIDA, para lograr hacerlas comprender prácticamente, a los Hermanos del Primer Grado, puesto que de una manera sistemática, reciben las luces y conocimientos, que en esa forma les proporciona nuestra Orden; por ese motivo vemos que juntamente con el COMPÁS, forma  el Escudo Masónico de la Primera Cámara, o sea el Signo más caracterizado, como el Emblema del DERECHO, de la RAZÓN y de la JUSTICIA; de la misma manera a la ESCUADRA, siempre se le ha considerado, como el Símbolo de la SINCERIDAD, la LEALTAD y la RECTITUD, por cuyo motivo constituye invariablemente, la JOYA que durante los trabajos de las LOGIAS, usan el VENERABLE MAESTRO y los dos VIGILANTES.
De la misma manera, es por eso que a los DIGNATARIOS de un Taller, ese Símbolo les recuerda constantemente, la forma en que deben propagar los preceptos Masónicos, así como les indica la norma de conducta que deben observar, al tratar de aplicar su CRITERIO, puesto que deben hacer acopio de MODERACIÓN, de PRUDENCIA y de DISCRECIÓN, como virtudes que irremisiblemente llevan por finalidad adaptar sus opiniones o hacer cumplir las decisiones tomadas en Logia.
Sin embargo, tampoco debemos olvidar, que para las DIGNIDADES y OFICIALES de las Logias, la ESCUADRA representa a la base de los más sanos principios, y los más puros razonamientos que demanda la EQUIDAD, para hacer plena JUSTICIA, al dictar los acuerdos, al emitir perfeccionamiento, para toda clase de acciones de reconocida MORALIDAD, a la vez que define la línea de conducta que en el sistema Masónico deben observar, al aplicar su CRITERIO, e impartir toda clase de estudios y enseñanzas Simbólicas, filosóficas o Científicas, tomando en cuenta que la EDUCACIÓN DEL INICIADO, debe adaptarse a su capacidad INTELECTUAL o ESPIRITUAL; y es por eso también que las dos Ramas de la referida ESCUADRA, representan invariablemente al ORDEN y a la FORMA, en que la Ética Social, admite a las costumbres y acepta a las Acciones humanas, pero siempre en relación con el sistema de vida adoptado por cada una de las RAZAS que habitan la superficie de la Tierra; eso también quiere decir que la ESCUADRA, dentro de sus enseñanzas Filosóficas, contiene un cúmulo de conocimientos en materia de Educación Espiritual, que dan a conocer los más elevados principios cuya convicción deben poseer todos los Masones, para poder distinguirse, como hombres CONSCIENTES, DISCRETOS Y PRUDENTES, puesto que siempre que emitan sus opiniones, prodiguen sus consejos o propaguen sus conocimientos, deben hacerlo de una manera SANA y DESINTERESADA, ya que en eso consiste, que los Masones siempre son FRANCOS y SINCEROS en todas sus acciones, cualidades que nuestra Institución propaga y practica llevándolas a todas partes del mundo, como antorchas cuya Luz iluminan la CONCIENCIA de todas las almas NOBLES, puesto que de esa manera, siempre cultivará la BONDAD en los corazones humanos, para que en todo tiempo, estén dispuestos a tender la mano con LEALTAD, y conducir a los necesitados, por el camino del BIENESTAR, del PROGRESO y de la FELICIDAD.
Como se ve, resulta que simbólicamente, la ESCUADRA viene representando a la VIRTUD,  que a la vez que limita el ÁREA, marca el ESPACIO dentro del cual, el hombre debe desarrollar todas sus actividades, en relación con las acciones propias de sus semejantes; consecuentemente, con la ESCUADRA y la PLOMADA, como símbolos masónicos, formamos también otro instrumento, que marca una línea perpendicular perfecta, sobre cualquier superficie horizontal, en cuyo caso, la ESCUADRA representa a la EQUIDAD y la PLOMADA a la RAZÓN, la primera sostiene y dirige a la segunda, para obtener la vertical y señalar el punto exacto del CENTRO DE GRAVEDAD, por lo mismo viene siendo representativa de la verdadera JUSTICIA, pero si elevamos a esa línea hacia el infinito, continuando perpendicularmente esa misma línea, resulta que simboliza a la EQUIDAD, como un signo incomparable de la PUREZA, aplicado en forma también infinitamente razonable, a la REALIDAD misma, por lo tanto, eso es lo que en verdad, representan la ESCUADRA y la PLOMADA, dentro del simbolismo masónico.
Del mismo modo hemos descrito el significado del ESCUDO MASÓNICO  de la Primera Cámara, el que como ya sabemos, está formado por la ESCUADRA, el COMPÁS y la letra “B” al centro, solamente que en  este caso, la ESCUADRA, por la amplitud de sus brazos a 90 grados, simboliza a la parábola que describe la órbita de la tierra, en el espacio que limita el compás, al trazar la parte de la circunsferencia, que marca la línea del horizonte en el firmamento, lo que filosóficamente demuestra que dentro del espacio que rodea, se mantiene el Universo y la Naturaleza en constante actividad, y por lo tanto, es también en donde se desarrollan toda clase de fenómenos naturales, y dentro de cuyo ambiente, el hombre investiga, aprende, descubre o inventa, todo aquello que le sirve para lograr ser útil a sus semejantes, pero también puede ser el campo más propicio del que emanan o se desencadenan las PASIONES humanas, buenas o malas, puesto que el UNIVERSO es sin duda el símbolo que personifica a la CREACIÓN, como fuente de donde brota la verdadera SABIDURÍA, circunstancia que dá origen a que se establezca el sublime precepto, de que cuando un Masón se pierde, es indudable que se le encuentra entre la ESCUADRA y el COMPRÁS, o sea entre el CIELO y la TIERRA, medio que representa al mar de DUDAS, de INCERTIDUMBRES y de INDECISIONES, factores que provocan los RECELOS del hombre escrupuloso o falto de VOLUNTAD propia, y por lo consiguiente, demuestra que ignora los conocimientos esotéricos, que define claramente la ortodoxia Masónica.
Además, la Letra “B” que aparece al centro del espacio que limita el COMPÁS y la ESCUADRA, es la sagrada inicial de las palabras que manifiestan su verdadero significado, como lo es el de “FUERZA”, cuya potencia virtual, se concentra en un solo punto de acción, para servir de causa y efecto en el desarrollo de todos los fenómenos naturales, y así decimos que la FUERZA impulsa al GENIO, al GNOSIS, al GÉRMEN, a la GENERACIÓN, a la GERMINACIÓN, etc., como factores que representan al ORIGEN, es nada menos lo que llamamos CREACIÓN, misma que con su constante EVOLUCIÓN, ha conseguido su INMORTALIDAD; éstas lecciones de Filosofía indican al Iniciado, que su papel, dentro de sus actividades o misión que está llamado a desempeñar, como hombre durante su vida, son:  en primer lugar, conocer a fondo su verdadera actuación SOCIAL, circunstancia que lo hace conocer sus DEBERES para CONSIGO MISMO, para con sus SEMEJANTES y para con el SER SUPREMO; y en segundo lugar, que como Masón, quede capacitado para propagar por todos los medios posibles, los preceptos, los principios y las Máximas que se le han inculcado, al demostrarle la VERDAD que encierran las IDEAS, los DICHOS y los HECHOS, hasta llegar a realizar las Obras humanas, por esa razón sabemos que al conocer las LEYES INEXORABLES DEL DESTINO, es que podemos también resistir con entereza, las DESDICHAS, las AMARGURAS y las PRIVACIONES que se sufren al recorrer el camino de la existencia, puesto que es preferible pasar infinidad de PENALIDADES, antes que admitir la ESCLAVITUD Intelectual, Espiritual o de la CONCIENCIA misma, a cambio de saborear los PLACERES momentáneos, que por lo regular nunca podrán constituir la VERDADERA FELICIDAD.
Por lo anterior expuesto, queda justificado que el APRENDIZ MASÓN usa la ESCUADRA como su único y adecuado SIGNO, tomando en consideración que a cada paso que da, la va marcando en su camino, con el fin de no desviarse jamás, en su marcha hacia la VERDAD y la PERFECCIÓN, puesto que puede tomar senderos escabrosos o llenos de escollos, que puedan retardar o interrumpir su felíz viaje, a través de una vida impregnada de ENTUSIASMO, de OPTIMISMO y de CONVICCIÓN, para alcanzar un triunfo definitivo, mismo que sin duda le proporcionará la SATISFACCIÓN de haber cumplido con sus DEBERES, como hombre de bien, y como MASÓN dentro y fuera de la Logia, puesto que a eso se refieren las enseñanzas esotéricas, contenidas en la interpretación que se le atribuye a la MARCHA DEL APRENDIZ MASÓN, desde el momento de iniciada entre las Columnas del Templo, hasta alcanzar el ALTAR de los juramentos, lo que indica, que sólo con SEGURIDAD y FIRMEZA, debe principiar a dar sus primeros pasos, por el camino de la VIRTUD, hasta que su misión haya terminado, bajando al fondo de la TUMBA.
Pero todavía tenemos otra hermosa e interesante interpretación simbólica, acerca del signo PEDESTRE del Aprendiz Masón, tomando en cuenta que para romper su marcha por el sendero que le marca el DESTINO, forma la ESCUADRA por CUATRO  veces, puesto que al tomar la posición de ORDEN, la hace con el Signo GUTURAL, al rodear el cuello con los dedos Pulgar e índice; vuelve a formarla con el Brazo y el antebrazo derechos; enseguida la hace también con el brazo y el costado derechos, y por último la forma con los dos Pies, al colocarlos en ángulo de 90 grados, para iniciar su marcha, esta ESCUADRA es la que recibe el nombre de SIGNO PEDESTRE.
Las Cuatro ESCUADRAS que hemos descripto representan a las CUATRO estaciones del año, o sean la Primavera, el Verano, el Otoño y el Invierno; es decir que tienen una interpretación astronómica, puesto que colocadas en convergencia angular, forman el NÚCLEO CENTRAL, que en apariencia cruzan los dos Diámetros del Círculo zodiacal, para dividirlo en cuatro partes, lo que permite operar el cambio o la transformación del tiempo, de conformidad con la inclinación que produce la ELÍPTICA, que describe la Tierra, en su movimiento de traslación por el Infinito, mismo que aparentemente se ve que recorre el SOL.
También podemos asegurar, como tendremos la oportunidad de confirmarlo más adelante, que la ESCUADRA figura entre las Alegorías Masónicas de todos los Grados, como uno de los emblemas más usuales, porque con perfecto y claro lenguaje, explica las lecciones y sus enseñanzas Simbólicas a los Iniciados, dentro de cualquiera de las Cámaras en que se trabaje, puesto que los sapientísimos conocimientos que en materia de MORAL y FILOSOFIA, contiene la ESCUADRA, nos conducen por el camino más despejado, hacia la comprensión de lo que en realidad, son la RAZÓN, LA EQUIDAD Y LA JUSTICIA, como VIRTUDES que constituyen las Tres Potentes Columnas, que sostienen la inmensa variedad de principios, mismos que permiten al hombre aplicar su más amplio CRITERIO para todos sus actos, puesto que de tales preceptos, nacen las orientaciones necesarias para encontrar el PERFECCIONAMIENTO HUMANO, cuando menos hasta lograr cometer el menor número de ERRORES, los que por lo regular, siempre tienden a perjudicar al Género Humano.
Es por eso que la ESCUADRA representa al símbolo de la RAZÓN, cuya Filosofía deben practicar y propagar dentro y fuera del Taller, las Tres DIGNIDADES que dirigen la Logia, al mismo tiempo que deben demostrar su PRUDENCIA, su DISCRECIÓN y la RECTITUD en todos sus actos, como factores indispensables que reclaman todos los trabajos que se desarrollan bajo su más estricta RESPONSABILIDAD, pero sin olvidar que sus decisiones, serán siempre JUICIOSAS, IMPARCIALES y SERENAS, al emitir sus determinaciones, prodigar sus consejos o resolver cualquier asunto, sea en bien propio o en el de sus semejantes.
Sin embargo, también debemos recordar, que la ESCUADRA tiene su interpretación Dogmática, si tomamos en consideración que el INICIADO la forma y la marca por Tres veces TRES, al iniciar su marcha desde las Columnas hacia el ARA; puesto que también esa es la razón por la cual los MASONES al colocarse entre las referidas Columnas, y tomar la posición de ORDEN, ejecutan TRES Saludos, trazando igualmente con la Mano, de izquierda a derecha y de derecha hacia abajo, TRES ESCUADRAS, el primer saludo lo dirige al Venerable Maestro, el Segundo al Primer Vigilante y el tercero al Segundo Vigilante; las Dignidades deben contestar invariablemente los Saludos a la vez que invitar a tomar asiento en sus respectivas Columnas o en Oriente, a los hermanos presentes según su categoría, en el concepto de que al ejecutar dichos movimientos, para pasar a sus respectivas colocaciones, deben hacerlo rodeando el Ara por el costado derecho, para simbolizar el recorrido que efectúa la Tierra, trazando la Elíptica de traslación alrededor del Sol.
Ahora bien, si el Venerable Maestro se coloca al ORIENTE, es porque así como el Sol desde ese punto anuncia el Nacimiento del nuevo día, el Venerable inicia las labores o actividades que se desarrollan en la Logia; también el Primer Vigilante se coloca al Occidente, porque en ese punto termina el Sol su Carrera, para dar fin al día que ha pasado, y así el Primer Vigilante desde ahí clausura los trabajos de la Logia y despide a los Obreros contentos y satisfechos; de la misma manera el Segundo vigilante se coloca al Sur, porque en ese punto llega el Sol al Cenit, para alumbrar en todo su esplendor y reflejar sus vivificantes rayos sobre el norte, igualmente el Segundo Vigilante se coloca en dicho punto, para mejor observar al Sol en su meridiano, cuidar de la Columna del Norte, e impartir sus luces y conocimientos a los Hermanos de su Columna.
Por lo tanto, debemos comprender que el Simbolismo, en su parte Dogmática, se define como una enseñanza propia o exclusiva de las TRES ESCUADRAS, que el Iniciado FORMA y MARCA durante su marcha hacia el ARA, como queda indicado; y en cuanto a los TRES SALUDOS ejecutados por los hermanos a las Dignidades, se refieren únicamente a la interpretación Simbólica que se aplica a las lecciones que el Masón recibe durante su primera etapa de instrucción, y es por eso también que representan al CARÁCTER, TERMPERAMENTO y a la ENTEREZA que deben demostrar los INICIADOS, puesto que de ello depende la ENERGÍA  que deben desplegar, para obrar siempre con JUSTICIA, así como hacer patente la CONSTANCIA en el Estudio y su dedicación a la Carrera Masónica, porque de ello depende el éxito en la realización de todos sus trabajos, descubrimientos o investigaciones; por lo mismo, si el INICIADO ha cumplido con esos sagrados DEBERES, no cabe duda que demuestra que no ha perdido el tiempo, y que sus convicciones lo conducen por el camino de la VERDAD, hasta lograr conquistar, como ya se ha dicho antes, esa especie de PERFECCIONAMIENTO HUMANO, que DIGNIFICA Y ENALTECE la personalidad del hombre HONRADO, CONSCIENTE Y PROGRESISTA.
Finalmente, podemos establecer que la ESCUADRA, es la figura que sirve de base, para trazar a la primera de las superficies Geométricas, o sea el TRIÁNGULO, porque representa a la unidad de medida en la Trigonometría, misma que se aplica para conocer u obtener las DISTANCIAS, el ÁREA o el VOLUMEN, sean de Figuras, superficies o espacios, tratándose de Gases, Líquidos o de cuerpos sólidos geométricos o amorfos; por tal motivo, el uso de la ESCUADRA y el TRIÁNGULO  es indispensable para lograr el PERFECCIONAMIENTO de todas las Obras Humanas, materiales e inmateriales, así como para establecer las Reglas de la Exactitud, de la Simetría y de la Estética.
Por último, en el sentido MORAL, esos utensilios representan al límite hasta donde pueden extenderse nuestras atribuciones, para el fin de apreciar el verdadero VALOR de los DERECHOS de nuestros semejantes, en relación con los DEBERES MUTUOS o comunes a todo el género humano; y sobre todo, cuando en ello intervienen o ejercen su acción las LEYES NATURALES; pero para mejor comprensión de mis Queridos Hermanos del Primer Grado, diremos que la ESCUADRA, cuando está constituída por la mitad de un CUADRADO, viene siendo un instrumento que utilizamos, como un factor o agente simbólico, para señalarnos los medios científicos que la ciencia pone en nuestras manos, para estar en contacto con toda la CREACIÓN.
Consecuentemente, los DEBERES y los DERECHOS del hombre instruído, los marca la ESCUADRA como principios inviolables, puesto que el que mejor preparación o educación ha recibido, resulta más RESPONSABLE de sus actos, y de ellos debe responder ante sus semejantes, ya que de una manera elocuente nos hemos convencido, de que la referida ESCUADRA, figura en primer término como el SIGNO representativo de la EQUIDAD, si tomamos en consideración que sus dos brazos materiales, uno a la RAZÓN y el otro a la JUSTICIA, pero sin olvidar que el punto de convergencia o ángulo de contacto, es lo que caracteriza a la CONCIENCIA HUMANA.
Más adelante, cuando hayamos escalado nuevos peldaños en nuestra Carrera Masónica, tendremos la oportunidad de estudiar otras muchas materias, cuya interpretación simbólica y filosófica, nos coloca a la ESCUADRA, sobre un plano de investigaciones científicas, que poco a poco nos irán elevando hasta llegar al conocimiento de las más complicadas enseñanzas, cuyo estudio e investigación, nos proporcionarán mayores orientaciones, sobre la MORAL, la FILOSOFÍA, el SIMBOLISMO y muchos otros preceptos Masónicos.